Como viene siendo habitual desde hace años, los cazadores navarros se han vuelto a poner en la primera línea de acción para tratar de frenar la expansión de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), que en los últimos meses está registrando un incremento en prácticamente todas las comunidades autónomas del país. Asumiendo su papel de centinelas en la naturaleza, han recibido la solicitud, por parte de las instituciones navarras, de estar mucho más atentos durante sus horas en el medio natural y de comunicar cualquier caso sospechoso de un animal silvestre (especialmente, ciervos) que haya podido contraer esta enfermedad.

En una acción conjunta del Gobierno de Navarra y de su interlocutor con el sector cinegético, la Federación Navarra de Caza (FNC), esta misma semana se emitió un comunicado para poner en alerta a los cazadores ante una situación que puede suponer un severo impacto, sobre todo, en la cabaña de ganado vacuno y en las poblaciones de ciervo ibérico de la Comunidad foral.

Ambas entidades expusieron al ámbito cinegético que se ha producido un elevado incremento de casos declarados oficialmente de la EHE en ganado vacuno en la región (concretamente, más de 129 casos de sintomatología compatible), por lo que resulta de vital importancia que los cazadores, al ser las personas que más tiempo pasan en los montes, incrementen su vigilancia en lo referente a ciervos (cadáveres o animales con comportamientos anómalos) que pudieran haberse visto afectados por esta enfermedad.

Como se recuerda, la EHE es una enfermedad vírica infecciosa no contagiosa, causada por un virus del género orbivius (de características morfológicas y estructurales comunes al virus de la Lengua Azul), que se transmite por vectores (mosquitos de la especie culicoides), lo que puede condicionar su estacionalidad, y que afecta a rumiantes domésticos y salvajes.

A nivel internacional, se ha demostrado que el ciervo de cola blanca es la especie más gravemente afectada, ya que, en la forma hiperaguda de la patología, tiene una alta tasa de mortalidad. Los primeros casos a nivel nacional se declararon en el verano del pasado año, aunque la enfermedad se ha expandido por toda la península ibérica, ya que se han diagnosticado casos en un gran número de autonomías. En lo que respecta a la lucha, control y erradicación de la EHE, es importante reseñar que, en Europa, no existe vacuna registrada para esta enfermedad.

En la fauna silvestre, la enfermedad puede detectarse a través de los siguientes síntomas clínicos: fiebre, delgadez o anorexia, disfagia (problemas para ingerir alimentos), emaciación, lesiones oronasales como la estomatitis ulcerosa y la congestión, cojeras, dificultades respiratorias, faltas del reflejo de huida, incoordinación motora, abortos, etc. Se ha demostrado que puede provocar la muerte en el ciervo ibérico y, aunque todavía no se han descrito casos clínicos en corzos y gamos, se considera que también estas especies podrían ser susceptibles de contraer la EHE, junto con otros rumiantes silvestres, como la cabrá montés o el muflón.

En este sentido, el Ejecutivo foral y la Federación Navarra de Caza trasladaron a los cazadores que esta patología no es una zoonosis, por lo que no se transmite al ser humano. Por tanto, según indicaron ambas instituciones, es completamente seguro manipular animales o consumir su carne, a pesar de que hayan portado la enfermedad. En el mensaje que enviaron al colectivo cinegético, se subrayó que la EHE es una enfermedad de declaración obligatoria y, debido a esta circunstancia, los cazadores que se han formado en sanidad animal gracias a los cursos organizados por la FNC y el Gobierno de Navarra se convierten en auténticos centinelas sanitarios, al constituir el primer eslabón en la red de vigilancia epidemiológica de la fauna cinegética.

Así lo corrobora, precisamente, Nicolás Urbani, asesor técnico veterinario de la Federación Navarra de Caza, que remarca que, aunque la EHE no afecta al ser humano, sí que sus consecuencias en el medio ambiente pueden ser relevantes. “Es importante no generar una alarma, pero sí que todos estemos en alerta para optimizar la prevención, la vigilancia, la lucha y el control de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica”, afirma.

En el escrito remitido a los cazadores navarros, se hizo hincapié en que, además de ser un imperativo legal comunicar hallazgos de esta enfermedad, es muy importante informar a las autoridades competentes acerca de las sospechas de ciervos afectados, para conocer la epidemiología de una nueva patología como la EHE. Sobre todo, si estos animales se han encontrado en zonas en las que, hasta el momento, no hubieran registrado casos de EHE y, por lo tanto, aún no hubieran sufrido mortalidad de individuos. Gracias a esos datos, se podrá conocer de manera mucho más fidedigna la evolución de la enfermedad y su impacto en las poblaciones de cierno ibérico de la Comunidad foral.

El Gobierno de Navarra dejó claro, no obstante, que la situación actual con esta enfermedad no conllevará, por el momento, ninguna restricción en la actividad cinegética. En su caso, sería recomendable, por motivos de bienestar animal, abatir los individuos enfermos de gravedad, disponiendo de las autorizaciones pertinentes para ello, y tomar medidas de autogestión, en virtud de la posible afección sobre las poblaciones locales de ciervo.

Una vez que se detecte algún indicio de un ciervo que pueda padecer esta patología, es de suma relevancia geolocalizar al individuo, ya sea a través de la ubicación del teléfono móvil, como por medio de cualquier otro sistema de marcaje existente sobre el terreno. Urbani manifiesta que, “ante cualquier sospecha de ciervos y corzos con síntomas compatibles con la EHE, los cazadores deben ubicar el hallazgo y comunicarlo rápidamente a la autoridad foral competente a través de los contactos del personal de Guarderío Forestal, dependiente del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Ejecutivo foral.

La Federación Navarra de Caza, por su parte, ha puesto a disposición de todos los cazadores de la Comunidad foral sus datos de contacto (el número de teléfono 696480608 y el correo electrónico administracion@fncaza.tv) para resolver cualquier duda que pueda surgir en torno a este asunto, con el objetivo de frenar el crecimiento de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica y evitar que pueda llegar a enclaves donde todavía no hay individuos afectados.