Dice que no es la promotora de la iniciativa, pero usted creo que el grupo que ha despertado a muchas familias. ¿Cómo surgió este movimiento?

–Es que no soy impulsora de nada. Solo se me ocurrió lanzarlo en el momento oportuno, a raíz de la noticia de las familias de Barcelona, y estoy dando apoyo para estructurar y canalizar la información. Quienes lo mueven son todas las madres y los padres preocupados por sus hijos e hijas. El grupo de whatsapp lo lancé el sábado por la mañana y por la noche ya estaba lleno (1.024 personas). Pensaba que como mucho llegaría a 300-500 personas pero está claro que había ganas. Se ha creado un espacio en dónde poder hablar de un tema que cada vez preocupa a más familias.

Ya son 2.000 personas y subiendo. 

–Mi idea era buscar una estructura lo más plana posible, pero se ha sumado tanta gente que propuse la creación de una comunidad de whatsapp (Adolescentes Libres de Móvil de Navarra) desde la que cuelgan varios grupos. Ahora mismo hay más de 30 y casi 2.000 personas. El problema es que el tope son 50 grupos y 2.000 personas, por lo que he planteado una encuesta para pasarnos a Telegram o seguir en Whatsapp pero en varias comunidades: una con colegios e institutos, otra por zonas de Navarra... Estamos empezando y viendo cuál es la mejor estructura posible para que sea una iniciativa que perdure en el tiempo.

¿Qué acciones plantean para lograr el objetivo de retrasar la introducción del móvil en la adolescencia?

– La primera acción, que está en nuestra mano, es buscar acuerdos entre las familias de todos los entornos de nuestros hijos e hijas para retrasar la compra del móvil. No es fácil porque la presión social es enorme. Pero tenemos que ir poco a poco para que los raros sean los que tienen móvil y no los que no tienen. Ahora mismo si alguien llega a final de 1º de ESO (12-13 años) sin móvil es un bicho raro. En segundo lugar queremos orquestar una movilización para instar al Parlamento foral y al Departamento de Educación a aprobar una normativa que prohíba el uso del móvil en los centros escolares. Y ya en el largo plazo, si nos juntamos varios movimientos a nivel estatal, plantear que se prohíba el uso del móvil en menores de 16 años. Igual que no se puede conducir antes de los 18 años, que no se pueda usar el móvil antes de los 16. Es un proceso largo y debemos ir poco a poco pero sin perder de vista a dónde queremos llegar.