Investigadores de la Universidad de Utrecht han simulado con éxito el colapso de la circulación oceánica a gran escala en el Océano Atlántico utilizando un modelo climático complejo. Su estudio revela graves repercusiones climáticas globales, siendo Europa la más afectada. Publicaron sus hallazgos en la revista científica Science Advances.

La circulación meridional del Atlántico es un componente importante del sistema climático global, ya que redistribuye el calor a través del océano y regula los climas globales y regionales.

Tendencias alarmantes indican una disminución gradual de su fuerza en las últimas décadas, lo que genera preocupaciones de un debilitamiento abrupto en condiciones climáticas futuras. Los investigadores observaron estos cambios abruptos en modelos climáticos simplificados, pero aún no cuando utilizaron la última generación de modelos climáticos de última generación.

El equipo de investigación formado por Henk Dijkstra, Michael Kliphuis y René van Westen diseñó una simulación en la que pudieron medir un repentino debilitamiento de la circulación oceánica. En la simulación, introdujeron una fuerza de agua dulce en el Océano Atlántico. Como resultado, la fuerza de la circulación disminuyó gradualmente hasta que alcanzó un punto de inflexión crítico y colapsó.

Tres grados menos por década

“Nos sorprendieron las respuestas transitorias y los impactos climáticos del colapso de la circulación del Océano Atlántico”, dice van Westen. En su simulación, el clima europeo se enfría aproximadamente 1 grado por década, y algunas regiones incluso experimentan un enfriamiento de más de 3 grados por década.

La comparación de estas cifras con la tasa actual de calentamiento global de 0,2 C por década subraya la naturaleza sin precedentes de los impactos climáticos durante un evento de inflexión. “Las temperaturas más frías en Europa pueden parecer positivas, pero las repercusiones son de gran alcance, y otras regiones experimentan un calentamiento acelerado y patrones de precipitación alterados. Además, se prevé un aumento de 100 centímetros en el nivel del mar en Europa debido al abrupto colapso de la circulación oceánica”, advierte Van Westen.

Al abordar la incertidumbre que rodea la proximidad de la circulación oceánica real a su punto de inflexión, Dijkstra enfatiza la necesidad de un indicador de alerta temprana mensurable y basado en la física.

“Los registros de observación actuales son demasiado breves para hacer una estimación fiable, pero el indicador de alerta temprana muestra que nos estamos moviendo en la dirección del punto de inflexión”, dijo Dijkstra.

Van Westen subraya la urgencia de la situación y afirma: “Una vez que la circulación del Océano Atlántico colapsa, los impactos climáticos resultantes son casi irreversibles en escalas de tiempo humanas, como ha demostrado nuestra investigación anterior. Mantenerse alejado de este punto de inflexión es imperativo para evitar consecuencias devastadoras para la salud. El clima, la sociedad y el medio ambiente”.

El apunte

Colapso. Las corrientes oceánicas son fundamentales para el mantenimiento de temperaturas relativamente moderadas en Europa e influye fuertemente en los fenómenos meteorológicos a nivel global. Dichas corrientes podrían colapsar definitivamente en los próximos años o décadas y no más allá de fin de siglo, de acuerdo a nuevas investigaciones.

Impacto. Este fenómeno tendría graves impactos en el clima de Europa, de la región del Atlántico Norte y de todo el mundo. Y llevaría a un tipo de cambio climático abrupto y peligroso.