El psicólogo de la Asociación ANDAR, Jorge Pérez Duarte, ha resaltado que existe un infradiagnóstico del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en adultos, al tiempo que ha destacado que la genética tiene un peso importante en el desarrollo del trastorno, que afecta al 6-7% de niños y adolescentes y que persiste en la edad adulta en la mitad de los casos.

Por este motivo, el proyecto A mí también me pasaba, desarrollado por la Asociación Navarra de apoyo a personas con TDAH de la Ribera y sus familias (ANDAR), con la financiación de la tercera edición de las ayudas Shibuya, iniciativa de Takeda, tiene como objetivo identificar el posible diagnóstico de TDAH en adultos a partir de que sus hijos tengan este trastorno.

19 años de experiencia como asociación

"En ANDAR llevamos más de 19 años trabajando con chicos con TDAH y sus familias, y en todo este tiempo la gran mayoría de nuestros programas de intervención, actividades de grupo y charlas de formación y sensibilización han estado dirigidas al TDAH infantil o en etapa adolescente, cuando la afectación en la calidad de vida en la edad adulta es enorme. De las 140 familias socias en las que estamos interviniendo, solo dos son TDAH en adulto, ninguno padre o madre. Considerando que hay un infradiagnóstico del trastorno, así como la existencia del componente genético, que aumenta entre un 2 y un 8 la probabilidad de que el padre o hermano de un niño/a con TDAH también lo padezca, vimos necesario poner en marcha un programa de detección", ha explicado Pérez Duarte.

Con el fin de mejorar la calidad de vida de los socios de esta asociación en los que se haya identificado perfil de TDAH adulto, el programa también contempla el desarrollo de un taller psicoeducativo teórico práctico para el manejo de los síntomas. Los objetivos del proyecto seleccionado en el marco de Shibuya también pasan por realizar una intervención psicopedagógica en los niños con un padre o madre con perfil TDAH adulto.

"La mejora de los síntomas de TDAH adulto de los padres y madres de nuestros chicos repercutirá de manera directa en la mejora de la intervención parental y en general, en el clima y contexto familiar", ha afirmado Pérez Duarte.

Otro proyecto seleccionado para estas ayudas

Por otro lado, el proyecto Aplicación de la Inteligencia Artificial en la Identificación Temprana del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH): efecto de la edad y el género, de la Universidad de Granada, también ha sido seleccionado por las ayudas Shibuya para su puesta en marcha.

Este proyecto responde a la necesidad de identificar el TDAH de manera temprana, pues su diagnóstico sufre un retraso. Para abordar este desafío, se empleará Inteligencia Artificial (IA) con el fin de detectar indicios que puedan alertar sobre su desarrollo, teniendo en cuenta las variaciones de género.

"El objetivo principal consiste en utilizar IA y modelos de Machine Learning (ML) para diagnosticar el TDAH y así poder intervenir de manera precoz en aquellas conductas que dificulten las actividades de la vida diaria del niño o de la niña", ha afirmado el catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Granada, Alberto Fernández Hilario.

Se llevará a cabo un análisis exhaustivo de la evolución de los síntomas en relación con la edad y las diferencias de género, ya que actualmente se infradiagnostica a las chicas lo que conlleva un retraso también en la intervención temprana. "Enfatizamos la relevancia de un enfoque interdisciplinario que incorpore información familiar, pruebas y criterios diagnósticos, aplicando algoritmos de IA para obtener un diagnóstico temprano y preciso del TDAH", ha señalado Fernández.

La tecnología utilizada será la de Diseño de Modelos de Aprendizaje Confiables para Datos Complejos (DMAC), que propone una solución práctica a través de un sistema de apoyo a la toma de decisiones, facilitando así el trabajo de los especialistas. El sistema usado permitirá investigar de manera más profunda la presencia y evolución del TDAH a lo largo del tiempo, así como sus características diferenciales según el género de los afectados.

"En concreto se evaluará la impulsividad, los problemas emocionales y conductuales, los recursos personales, la capacidad de inhibición, la flexibilidad, la hiperactividad y la ansiedad, y también se recabará información socio-demográfica de la familia, antecedentes e historia clínica de los participantes", ha expresado Purificación Checa Fernández, profesora titular de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Granada.