El estudiante del Máster Universitario en Ingeniería de Materiales y Fabricación en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) Iñigo García Ranz (Villava, 1999) ha propuesto el uso de materiales compuestos en la fabricación de las cestas destinadas a la práctica de dos de las modalidades de la pelota vasca: el remonte y la cesta punta. En su trabajo de fin de máster, aborda la necesidad de modernizar las herramientas de juego mediante el empleo de materiales avanzados como el epoxi y la aramida, que ofrecen mejoras significativas en resistencia y durabilidad respecto a las tradicionales cestas fabricadas con madera de castaño.

El estudio se centra en los principales desafíos que presentan las cestas actuales, como, según explica su autor, “el elevado coste de producción y la fragilidad del aro”, que se elaboran generalmente con madera de castaño. Estos problemas limitan la vida útil de las cestas y su rendimiento en el juego. Para superar estos hándicaps, García Ranz ha realizado un exhaustivo análisis de materiales y ha escogido compuestos que no solo incrementan la resistencia al impacto, sino que también permiten diseñar una estructura con una flexibilidad adecuada para las exigencias de estas modalidades de la pelota, que “apenas han evolucionado en el tiempo en cuanto a resistencia y adecuación de los materiales en la herramienta de juego”.

LA INVESTIGACIÓN

El investigador ha validado la selección de materiales que mejoran las propiedades mecánicas de la cesta con simulaciones informáticas mediante elementos finitos (FEM, por sus siglas en inglés), una técnica matemática que permite prever el comportamiento estructural de la herramienta bajo diferentes condiciones de uso. El diseño final obtenido incluye “una disposición óptima de fibras y tejidos en los materiales compuestos para maximizar la resistencia y durabilidad del producto”. 

En los materiales compuestos, el epoxi se utiliza como matriz y la aramida (una fibra sintética) se introduce en dicha resina para formar un material más resistente y estructuralmente sólido.

“Los materiales compuestos presentan mayores resistencias a impactos que la madera de castaño. Sin embargo, su flexibilidad no es igual que este tipo de maderas. La disposición de un material compuesto, formado por epoxi y aramida, ha obtenido resultados con gran resistencia al impacto y con una flexibilidad que se asemeja en gran medida a la madera de castaño”, explica el autor del trabajo de fin de máster, que ha sido dirigido por dos profesores del Departamento de Ingeniería: Xabier Sandua Fernández, investigador en el Instituto INAMAT2, y Daniel Salcedo Pérez, investigador del Instituto ISC. También ha colaborado otra docente del mismo departamento: Amaia Perez Ezkurdia.

A juicio de su autor, este trabajo “muestra resultados prometedores para, en un futuro, poder fabricar los aros de las cestas con este nuevo material funcional”.