"Tenemos el sótano completamente inundado y en la calle el paisaje es de película de terror"

Los vecinos de decenas de pueblos de la provincia de Valencia afectados por la DANA han pasado la noche en vela, sin luz e incomunicados, mientras el agua hacía estragos dentro y fuera de sus casas. "A las 8 de la tarde se fue la luz y todavía no ha vuelto. El sótano de mis padres está completamente inundado y en la calle el paisaje es de película de terror, no había visto llover así en mi vida", ha relatado este miércoles por la mañana David Soler, exalumno y extrabajador de la Universidad de Navarra (UN), que vive en Turís, una localidad a unos 45 kilómetros de Valencia, que este martes registró 330 litros por metro cuadrado en menos de 24 horas, una cifra superior a las precipitaciones acumuladas durante todo 2023 (256 litros por metro cuadrado), según recoge la Asociación Valenciana de Meteorología.

En la calle la situación es desoladora: puertas de garaje arrancadas de cuajo, aceras y asfalto levantados, bajeras completamente anegadas y fango hasta los tobillos. Y eso que, según asegura Soler, "dentro de lo malo, Turís no es de las localidades más afectadas". "En mi casa he tenido suerte y tan solo he tenido unas goteras en el baño, pero por mi calle ha bajado un río negro durante toda la noche. A mi hermano le ha entrado el agua a la parte de abajo y en casa de mis padres el sótano está inundado", comenta este periodista valenciano de 29 años.

Este miércoles por la mañana ha acudido con su hermano ha comprar una bomba para sacar el agua de casa de sus padres y se han desplazado hasta la localidad de Chiva para tratar de encontrar gasolina, ya que las gasolineras cercanas no están operativas. "La A-3 está cortada con coches volcados en la carretera y hay zonas con cambios de rasante en las que el agua puede llegar a los 3 metros", indica.

Suministro de agua potable

Durante toda la mañana del miércoles, los vecinos de Turís se afanan por limpiar y recoger los destrozos que ha dejado a su paso la DANA, aún en alerta y con el miedo en el cuerpo. Según relata Soler, uno de los temores que tienen es que les corten el suministro de agua potable por daños en las infrastructuras o por la inundación de pozos, tal y como ya ha ocurrido en otros municipios de la provincia como Sueca o Manises.