Más de 46.000 personas de seis comunidades del distrito de Limpopo en Mozambique han logrado mejorar sus vidas participando en el proyecto Generar iniciativas de desarrollo económico local y mejora educativa con enfoque de género en seis comunidades del distrito de Limpopo Economía, educación y género que Madre Coraje y la Asociación para el Desarrollo de Comunidades Rurales (ADCR), con la financiación del Gobierno de Navarra, pusieron en marcha entre 2020 y 2024.

El proyecto acogió la distribución de semillas, herramientas y animales y asesoramiento técnico en apicultura, incluyendo la certificación de miel y la construcción de un invernadero. También se equipó una tienda de insumos y la instalación de molinos y un aviario, se equipó una sala de costura para cursos de confección y se construyeron aulas, letrinas y sistemas de captación de agua.  “Los apicultores han logrado una producción media anual de 559 litros de miel, frente a los 149 litros de 2020, y están vendiendo una media de 405 litros de miel certificada”, explica Laura Irurzun, Técnica de seguimiento del proyecto en Madre Coraje Navarra.

Técnicos de apicultura.

Gracias a la aportación económica también se construyeron doce aulas, equipando con pupitres, escritorios y sillas ocho de ellas, doce letrinas y seis sistemas de retención de agua de lluvia en diferentes escuelas. Asimismo se capacitó y fortaleció a cinco Consejos Escolares y se introdujeron las TIC y otros cursos relacionados con la informática y se formó y certificó a 105 jóvenes.

Educar para reducir brecha de género

Para reducir la brecha de género en estas comunidades se sensibilizó a los miembros de las asociaciones y comunidades sobre la alfabetización y la educación de adultos logrando que 406 personas iniciaran procesos de alfabetización. Se logró crear un Centro de asesoramiento para mujeres y niñas, que están utilizando ya por 185 jóvenes y adolescentes. y se formaron Comités de Género en cada comunidad aprobando e implementando el Plan Comunitario de Género. “Se realizaron sesiones de sensibilización, debates, seminarios y campañas sobre derechos de las mujeres y prevención de la violencia de género”, añade Irurzun. “Este proyecto ha potenciado el cooperativismo, la autogestión y la gobernanza participativa encaminada hacia la mejora de las condiciones de vida de la población”, concluye.