La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) ha concedido la incapacidad permanente absoluta para cualquier profesión a una informática de 49 años que padece una lumbociática, que le genera tal dolor que solo se le alivia en posición decúbito prono (tumbada boca abajo) y que no tiene posibilidad de intervención quirúrgica. La mujer tenía reconocida por la Seguridad Social una incapacidad permanente total desde febrero de 2019 por una hernia discal que le generaba la lumbociática derecha desde dos años antes. Fue intervenida en agosto de 2018, pero continuó con dolor intenso, y le volvieron a intervenir en marzo de 2020. La incapacidad total le fue mantenida en las siguientes revisiones hasta 2022. Ocurrió entonces, que en septiembre de dicho año, tras el examen del Equipo de Valoración de Incapacidades, la Dirección General de Navarra del INSS estimó que la demandante había mejorado en su estado y que ya no estaba incapacitada para el ejercicio de la actividad laboral.

La trabajadora acudió entonces a los tribunales y el Juzgado de lo Social número 4 de Pamplona le volvió a conceder la incapacidad total que tenía antes. Sin embargo, debido a que entendía que su estado había empeorado de modo considerable, recurrió la sentencia ante el TSJN para reclamar una incapacidad absoluta, que ahora le es reconocida por la Sala de lo Social. Defendía que las lesiones y limitaciones que presenta le impiden desempeñar con profesionalidad y eficacia cualquier tarea profesional por liviana o sedentaria que esta sea.

En la resolución viene reconocido que actualmente la paciente presenta lumbociática derecha y trastorno de adaptación. Las limitaciones que le produce tal cuadro clínico son: dolor intenso que solo mejora en decúbito prono. Debe evitar estancias prolongadas de pie y marchas prolongadas y no hay posibilidad de operarse para mejorar. La demandante recibe el apoyo del servicio social una hora al día para realizar las tareas de higiene personal, vestido y calzado y de poyo doméstico. Requiere de ayudas técnicas en el WC y la ducha.

Se nos antoja utópico una ocupación laboral

El TSJN entiende que la prueba practicada "permite afirmar que la situación clínico funcional de la demandante no solo no ha mejorado, sino que se ha agravado. No solo no puede desarrollar el núcleo esencial de su actividad laboral habitual, sino que tampoco puede desarrollar con profesionalidad y eficacia ninguna de las ocupaciones que ofrece en el actualidad el mercado laboral. Presenta un dolor lumbar intenso hasta el punto de que tal dolor solo mejora en posición decúbito prono y es evidente que en tal situación no es posible acometer una jornada ordinaria de trabajo. Tampoco puede realizar la marcha de forma mínima adecuada ni cualquier actividad que sobrecargue su raquis, encontrándose limitada incluso para ejecutar labores básicas de su vida diaria". La Sala concluye que "ante esta situación el desempeño de una ocupación laboral se nos antoja utópico y por ello debe estimarse el recurso".