El debate como recurso para una inclusión real

Con el objetivo de lograr la inclusión social máxima para las personas con síndrome de Down, la Universidad Pública de Navarra (UPNA) acogió ayer la exhibición del grupo de debate de la Asociación Síndrome de Down Navarra, en la que participaron una decena de jóvenes. El evento se enmarca dentro de la liga de debate para las personas con discapacidad intelectual, Yo tengo opinión, de la Liga Española de Debate Universitario (LEDU).

Desde septiembre, el equipo de debate se ha reunido una vez al mes como parte de la actividad de habilidades sociales que se imparte en la entidad. A partir de enero, tras conocer la temática del debate (que gira en torno al uso de pantallas en las aulas) las sesiones se han realizado de manera semanal y más centradas en la construcción de los argumentos. Para ayudarles en el proceso, los jóvenes han recibido el apoyo de Miguel Matellanes, formador del grupo de debate, y Olaia Martínez de Irujo, trabajadora de la Asociación Síndrome de Down de Navarra. “Para estructurar los argumentos se empezó por una lluvia de ideas. Algunos de los ejemplos provienen de experiencias de su día a día, pero también hemos recurrido a estudios universitarios y algunas encuestas, ofreciéndoles siempre acompañamiento y apoyo y respetando sus propias ideas”, explicó Matellanes.

Por su parte, Edurne Pascal, gerente de la asociación, añadió que “el trabajo de formación se ha llevado a cabo adaptándose a las necesidades de cada uno, para que sean capaces de debatir como cualquier otra persona”. El sentido del proyecto, como explicó Pascal, no se trata de la competición, sino del aprendizaje que los participantes se llevan de la experiencia en habilidades comunicativas, en las relaciones sociales, en la toma de decisiones o en la defensa de una idea. “No es la competición, sino el camino recorrido”, señaló.

En esa misma línea se pronunció la consejera de Derechos Sociales, Mari Carmen Maeztu, que se encargó de inaugurar el acto. Hizo hincapié en la importancia de dejar un espacio a las personas con discapacidad para expresarse. “Las opiniones son la manera en la que cada uno de nosotros ponemos un granito de arena para construir un mundo más justo e inclusivo”, declaró la consejera.

Ilusión y muchos nervios

A continuación, llegó el turno de los verdaderos protagonistas, que debatieron sobre los pros y los contras del uso de las pantallas en las aulas. Todos se mostraron muy ilusionados por participar en el debate y destacaron el buen ambiente que reina en el grupo. “Yo no estoy nerviosa, yo he venido aquí para pasarlo bien y para debatir por lo que estamos defendiendo”, contó Esther Iraizoz, una de las integrantes del grupo. Por su parte, su compañero Carlos Santana, admitió que lo que más le gusta es compartir tiempo con sus compañeros y reconoció que tenía muchos nervios, “sobre todo por hablar en público”.

El temor a enfrentarse al auditorio fue un mal común minutos antes de comenzar la exhibición, que terminó siendo todo un éxito. Algo que no era fácil ya que el proyecto, como admitió Matellanes, era un reto en sí mismo. Ser capaz de escuchar sus opiniones, inquietudes y lo que les mueve por dentro ha sido la parte más enriquecedora de la iniciativa”, concluyó el formador.

La semana que viene, el equipo de debate de la Asociación Síndorme de Down de Navarra se enfrentará a un nuevo reto donde tendrá la oportunidad de mostrar sus habilidades en oratoria en Madrid, en el torneo Yo tengo opinión.