La Mesa de Salud culmina con un amplio consenso para reforzar el sistema sanitarioPankra Nieto
La Mesa del Pacto Vasco de Salud cerró este viernes su tercera y crucial fase con un apoyo muy amplio de los agentes sectoriales que llevan trabajando en el diseño de la transformación y el nuevo rumbo de la sanidad pública vasca para las próximas décadas.
El consejero de Salud, Alberto Martínez, se mostró satisfecho por el trabajo realizado en los últimos casi diez meses por expertos designados por los representantes de la Mesa del Pacto y subrayó que el acuerdo no es más que el inicio de “una nueva etapa decisiva porque es la del despliegue de las acciones acordadas para avanzar en diferentes áreas y servicios entre ellas la atención primaria".
Solo seis de los 28 agentes se han descolgado definitivamente de este foro que, a partir de ahora, abordará la fase de implementación de los acuerdos adoptados, seguimiento y evaluación. Los que no seguirán son los sindicatos sectoriales Satse y Sindicato Médico, UGT, CC.OO. y LAB, (ELA no participó desde el principio) y entre los partidos políticos el que ha decidido apartarse es Sumar.
El resto de los partidos políticos (PNV, EH Bildu, PSE y PP) se mantienen en el foro y han firmado el documento final -algunos con discrepancias-, al igual que los colegios médicos y de enfermería, asociaciones de pacientes y otras organizaciones del ámbito de la sanidad, así como las universidades vascas y Confebask. A ellos, se les añade Osakidetza y el Departamento de Salud, que han tenido voz en el foro, pero sin voto.
Pacto Vasco de Salud
Consenso
- Apoyos muy amplios. La Mesa y los expertos han alcanzado un consenso en casi todos los casos unánime en torno al diagnóstico de situación, principios y las 24 líneas estratégicas. Es un consenso inédito, en muchos casos casi unánime, que permitirá implementar unas 300 acciones. Las propuestas que más rechazo han tenido han sido la de colaboración público-privada, cartera de servicios y derechos lingüísticos (euskera) de pacientes y profesionales, aunque los noes en ningún caso han llegado a la cuarta parte de los votos.
24
- Líneas estratégicas. Además de las citadas sobre concertación público-privada, euskera y cartera de servicios, se han hecho propuestas sobre fortalecimiento de la Atenció Primaria, cuidados al final de la vida, abordaje integral del cáncer, refuerzo de asistencia social, prevención de la salud mental, enfermedades raras, detección temprana, entre otras.
Mesa del Pacto
- 28 agentes. La Mesa del Pacto está integrado por asociaciones de pacientes, colegios de médicos, enfermería, farmacéuticos, psicología, odontólogos, ópticos, trabajadores sociales, fisioterapeutas, biólogos y veterinarios, Sindicato Médico, SATSE; así como partidos políticos, sindicatos, Confebask y las universidades EHU, Deusto y Mondragon Unibertsitatea.
La Mesa de Salud se reunió en Bilbao para culminar la fase de las líneas estratégicas y conocer la voluntad de cada agente del foro para continuar en la cuarta fase.
Tras el consenso logrado en las dos primeras fases -la de diagnóstico y la de principios y valores-, el Pacto Vasco de Salud inició su tercera fase el pasado mes de febrero con la puesta en marcha de 24 grupos de trabajo específicos, en los que han participado más de 550 expertos, profesionales y pacientes designados por los agentes con representación en la Mesa. En el encuentro se aprobaron los 24 documentos de líneas estratégicas que diseñarán el futuro del sistema sanitario vasco. Todos ellos han sido ratificados con un amplio consenso y un apoyo contundente.
Privatización
Tras los descuelgues de LAB y Sumar, finalmente fueron 26 los agentes de la Mesa que votaron las líneas estratégicas y la mayoría de estas fueron aprobadas con más de 23 votos a favor. Entre ellas el refuerzo de la detección temprana, fortalecimiento de la Atención Primaria, mejora de la gestión de las enfermedades crónicas, cuidados al final de la vida, oncología, prevención de la salud mental, mejora del diagnóstico de enfermedades raras, o toma de decisiones entre médicos y pacientes.
Las líneas que más votos negativos tuvieron fueron tres: política de personal, derechos lingüísticos (euskera) de pacientes y profesionales, y la colaboración público-privada y el régimen de concertación con Osakidetza. El de la privatización ha sido el escollo principal para un acuerdo absoluto en esta línea. EH Bildu, Sumar, Satse, LAB, UGT y CC.OO. han situado su línea roja en el peso de la privada en la concertación con Osakidetza. Normalmente se recurre a entidades o fundaciones como Cruz Roja o Maitia para agilizar listas de espera. Actualmente, el peso de la privada es de un 5,6%, uno de los más bajos de Europa, donde esta práctica es moneda corriente.
“Se abre una nueva etapa decisiva para avanzar en diferentes áreas, entre ellas la Atención Primaria”
Alberto martínez
. Consejero de Salud
En los últimos días, el consejero Martínez se ha comprometido públicamente y por escrito que rondará en torno al 5 y el 6%. Finalmente, pese al disenso en esta cuestión, EH Bildu firmó el documento y no se levantó de la Mesa, aunque dice no adherirse al Pacto de Salud. El texto referido a la colaboración público-privada que ha salido adelante apela, entre otras cuestiones, a “no superar el porcentaje actual” de gasto sanitario dedicado a la prestación de servicios mediante el modelo de colaboración público-privada.
Por su parte, la cuestión referida a los derechos lingüísticos de pacientes y profesionales ha sufrido cinco rechazos y 18 apoyos. En el texto final se reconoce el “desequilibrio” que se da entre las lenguas oficiales, pero se ha eliminado la referencia a la “amenaza” que vendrían a suponer las sentencias de tribunales contrarias al requerimiento de perfiles lingüísticos.
LAB se desenganchó del Pacto el jueves por su discrepancia en cuanto al peso de la privada, al igual que Satse y las centrales UGT -que aprobó 22 de las 24 líneas estratégicas- y CC.OO. Sumar (que en este proceso solo ha querido estar en uno de los 24 grupos de trabajo (el de la colaboración público-privada) también se descolgó de la Mesa antes de la reunión. Su desmarque es significativo teniendo en cuenta que la ministra española de Sanidad, Mónica García, es de su partido.
“Ningún documento ha estado en riesgo de no prosperar. Podemos concluir que el apoyo a esta tercera fase es realmente sólido y contundente”, señaló Martínez, que añadió que las organizaciones del ámbito de la salud “necesitaban estos acuerdos y estos compromisos, ahora nos toca responderles y acompañarles”. El consejero de Salud destacó que “no son medidas a implementar de la noche a la mañana, pero hay que ir preparando el terreno de un proceso inédito y sin referentes internacionales”.