La apertura del último tramo de la A-22 recortará el viaje entre Navarra y Barcelona por Huesca

La autovía A-22 entre Lleida y Huesca, también conocida como Autovía del Camino Catalán, encara su recta final con la inminente apertura del tramo Siétamo-Huesca, el único pendiente para completar todo el trazado. Con una inversión de 61,5 millones de euros y 12,7 kilómetros de longitud, este nuevo tramo acerca la posibilidad de circular de forma continua por autovía sin peaje desde Navarra hasta Barcelona a través de Huesca, reduciendo tiempos de viaje y mejorando la seguridad vial.

Aunque la ganancia directa de minutos es moderada, la gran ventaja será la eliminación de atascos en temporada alta, sobre todo en invierno, cuando miles de esquiadores y vehículos pesados saturaban la antigua N-240. El Ministerio de Transportes ha confirmado que los trabajos de asfaltado y señalización entran en su fase final y que la apertura definitiva se producirá este mes de septiembre.

Se preveía que la autovía estaría plenamente funcional en 2012, si bien los reajustes presupuestarios de julio de 2010 y posteriores han hecho imposible hasta la fecha la aprobación del proyecto de construcción y licitación de las obras de dicho último tramo.

Con ello, la A-22 conectará con la A-23 y se consolidará como otro eje clave de conexión entre Aragón, Catalunya y Navarra, facilitando tanto el transporte de mercancías como los desplazamientos turísticos hacia los Pirineos.

El pasado mes de abril se abrió asimismo el nuevo tramo de la Autovía del Pirineo (A-21) entre Tiermas y Sigüés, en la provincia de Zaragoza, que permite ya salvar la carretera de Yesa (y sus curvas) y acercar un poco más Jaca y los Pirineos, entre 6 y 10 minutos. Para finalizar la A-21 aún resta el tramo entre Puente La Reina y Fago.