La cantidad y el tamaño de los agujeros de las tostadas de pan motivan la queja de un consumidor
La empresa austriaca que lo fabrica le responde a las 24 horas disculpándose y le remite un lote de productos
Iñaki es intolerante al gluten. Marta, su pareja, también. Dos bilbainos para los que el pan forma parte de su dieta diaria. Y les gusta, sobre todo en el desayuno con un buen chorro de aceite. Y eso es un problema. Así que decidieron fabricar su propio pan en casa y compraron una panificadora, pero con el ritmo de vida diario el suministro de este producto se quedaba corto, y necesitaban poder comprar más para completar sus necesidades alimenticias.
Iñaki y Marta recorrieron los lineales de los supermercados y, tras evaluar la calidad de los productos encontrados, se decantaron por una marca austriaca que se define como especialista en soluciones de nutrición. “Aunque es cara, los productos son buenos”, aseguran.
Pero el pasado mes de marzo llegó el desayuno de la decepción: demasiados agujeros en el pan de molde que provocaron la “indignación” de este comprador que decidió enviar una queja al fabricante. Iñaki se puso manos a la obra y buscó en Internet el contacto del responsable de estas rebanadas a las que les faltaba masa y sobraban espacios vacíos por los que el aceite se escurría hasta el fondo del plato.
"Múltiples agujeros"
Dicho y hecho, este comprador insatisfecho envió un mail sin paños calientes al departamento de atención al cliente de la marca de alimentos sin gluten. Les animaba a intentar echar aceite en las lonchas de pan: “No sé si han probado a echar aceite a una rebanada de pan con múltiples agujeros, pero recomiendo que lo hagan con un plato debajo en el caso del pan de molde de su marca”. Es más, les advirtió de que los agujeros “son tan grandes que podrán ver el plato por debajo de su tostada”. Y adjuntó un primerísimo plano de las tostadas.
A esta queja añadió un apunte: “El precio sigue subiendo lenta pero inexorablemente, siendo el más caro de su gama. No dudo de su calidad pero sí de su cantidad”. Insistió en que el motivo de su protesta era “la INDIGNACIÓN, como muchos otros clientes que ya han cambiado de marca”. Y al escrito adjuntó también el código de barras del paquete, fecha de caducidad y número de lote.
Respuesta en 24 horas
La sociedad ubicada en Austria, anima en su página web a los clientes: “Ponte en contacto con nosotros”. Se define como familiar y asegura que busca relaciones “justas” con los consumidores. Una vez recibida la reclamación, la respuesta no se hizo esperar.
Tan solo un día después Iñaki y Marta recibían un mail del departamento de atención al consumidor, agradeciendo, en primer lugar, al cliente que se hubiera puesto en contacto con ellos: “Muchas gracias por ponerte en contacto con nosotros y por la información facilitada. Solo así somos conscientes y podemos trabajar en ello”, y añadían que las opiniones recibidas les ayudan a mejorar.
La reclamación fue transmitida al departamento de calidad “que se ocuparía del problema y buscaría una solución lo antes posible”, y añadieron que “por supuesto, te haremos llegar algún producto como compensación”. Y cumplieron su promesa. Iñaki y Marta recibieron un lote y continúan consumiendo sus productos, aunque siguen pensando que al pan de molde le sobran algunos agujeros.