Los socorristas de las piscinas municipales de Burlada consiguieron evitar este miércoles el ahogamiento de un varón de 87 años, vecino de la localidad, al que salvaron la vida después de sacarle del agua cuando había perdido la consciencia y había entrado en parada respiratoria. El hombre, tras ser estabilizado en las propias instalaciones de las piscinas, fue trasladado posteriormente al Hospital Universitario de Navarra (HUN), donde prosiguió su evolución favorable.

El suceso se produjo sobre las 11.40 horas en la piscina recreativa de las instalaciones de Burlada, donde el hombre se encontraba nadando, actividad que suele practicar habitualmente. En un momento dado, al observar que el hombre se hundía y no salía a flote, dos socorristas se lanzaron al agua rápidamente para rescatarlo, mientras que otros dos integrantes del equipo corrieron al botiquín a por el desfibrilador y también a alertar a SOS Navarra-112.

Tras poner en marcha el protocolo previsto para urgencias de este tipo y, al ver que el octogenario no respiraba, miembros del equipo de socorristas comenzaron a realizarle insuflaciones junto a masajes cardiacos para intentar que saliese de la parada respiratoria en la que se encontraba.

Desfibrilador y RCP

Los socorristas, que cuentan con formación avanzada en primeros auxilios, también colocaron los parches del desfibrilador al hombre para monitorizarle el corazón, por si era necesario realizar alguna descarga. Una enfermera, que se encontraba en ese momento en la piscina como usuaria, les prestó colaboración durante la intervención.

Como consecuencias de las maniobras de reanimación cardiopulmonar RCP que le practicaron, el bañista recuperó parcialmente la respiración y seguidamente recuperó la consciencia. Los socorristas también utilizaron un equipo de oxigenoterapia para administrarle oxígeno al hombre, que reaccionó positivamente.

Hasta las instalaciones de las piscinas de Burlada, tras ser alertados por SOS Navarra, se desplazaron agentes de la Policía Municipal, que también portaban un desfibrilador, así como el equipo médico de la zona y una ambulancia convencional. Seguidamente también llegó a las piscinas una ambulancia medicalizada, que trasladó al bañista ya estabilizado hasta el Hospital Universitario de Navarra (HUN), donde quedó ingresado en observación, con una evolución favorable.