Aunque la pseudo banda juvenil desarticulada por la Policía Municipal de Pamplona estaba solamente en un estadio embrionario, el espejo en el que se miraban sus cabecillas habían activado todas las alarmas. Alimentados por Internet, habían comenzado un proceso de emulación de los Crips mediante la comisión de algunos delitos violentos que con la operación policial se pretende parar.

Los Crips son una banda fundada en la costa oeste de los Estados Unidos, concretamente en Los Ángeles, en el año 1969, con un número de miembros que en la actualidad oscila entre los 30.000 y los 35.000 pandilleros. Está involucrada en asesinatos, tráfico de drogas y armas, entre otras muchas actividades criminales, y sus miembros usan como bandera el color azul, que lucen en todas sus prendas de ropa. 

Son públicamente conocidos por su rivalidad con los Blood, otra pandilla de Los Ángeles, y que en Pamplona ha contado con varios grupúsculos en las últimas dos décadas. En febrero, la Policía Nacional detuvo a tres pandilleros de los Crips en Sevilla.

La anterior gran operación

La última gran operación policial en Navarra contra bandas latinas tuvo lugar en septiembre de 2021, cuando la Policía Nacional y la Policía Municipal de Pamplona arrestaron a más de medio centenar de jóvenes y menores como supuestos integrantes de los Blood y de LP (Lealtad Poderosa), a los que se relacionó con más de 500 intervenciones policiales, entre hechos delictivos, denuncias administrativas o identificaciones tras peleas o escarmientos. 

Antes de esa operación habría que retroceder a noviembre de 2011, cuando la Policía Municipal de Pamplona y la Policía Foral dieron por desactivadas las bandas de los Latin Kings y los Blood 901, tras una operación que se saldó con un total de 28 detenidos, trece de ellos menores de edad, de los cuales acabaron siendo condenados 27 y uno declarado en rebeldía. 

La primera sentencia condenatoria, que tuvo como objeto a los menores de edad que formaban parte de Blood 901, se dictó en octubre de 2012 y supuso la primera condena en todo el Estado español para una banda latina como organización criminal. Entonces se condenó a 15 meses de libertad vigilada a seis varones que no superaban los 18 años de edad. El Juzgado de lo Penal número 3 de Pamplona condenó en diciembre de 2014 a cinco miembros de la banda Blood 901, a los que se les impuso 2 años de prisión a cada uno de ellos por pertenencia a organización criminal. Fue el último de los cuatro juicios, dos de ellos a menores y otros dos a mayores, que se celebraron en Navarra contra los Blood y los Latin Kings.