No le debió quedar claro al hombre de 38 años, de origen suramericano y vecino de Pamplona, que fue detenido durante estos Sanfermines por agentes del Grupo de Atención al Ciudadano, los comúnmente conocidos como ZETAS de Policía Nacional, que no podía ya ni siquiera merodear cerca de dos menores en la Vuelta del Castillo, sino que directamente tenía prohibido entrar al lugar debido a un procedimiento judicial que tiene abierto por una presunta agresión sexual a una joven. Fue detenido por dicha agresión el mes de septiembre del año pasado y la jueza le dejó en libertad con una orden de alejamiento sobre la víctima y con una medida cautelar peculiar, como era la prohibición de acceso a la Vuelta del Castillo.

Ahora, había sido detenido a las 2.00 horas del 11 de julio cuando fue sorprendido por una patrulla de la Policía Nacional. Y en el juzgado de guardia decidió conformarse con una condena por quebrantamiento de medida cautelar en el juicio rápido que se celebró. Así, le impusieron una condena de multa de 1.200 euros por dicho quebrantamiento.

Los agentes, ante la ausencia de luz artificial de estos días en dicho parque, decidieron patrullar las zonas más oscuras a pesar de no estar asfaltadas, en prevención de actos delictivos, como corresponde a su trabajo diario. En un momento dado, los policías detectaron a un individuo en una actitud sospechosa y a pocos metros de dos chicas, que charlaban tranquilamente sentadas en la hierba.

Al proceder a identificar al varón, este ofreció distintas versiones de por qué estaba allí y tampoco explicó de manera lógica su observación constante hacia dichas mujeres. El hombre vestía además una indumentaria realmente peculiar. Un bañador tipo surfista, con una apertura de cremallera abierta que dejaba ver parte de su ropa interior.

Ante estos indicios, y como se hace de manera habitual, se realizaron las comprobaciones necesarias por si le constaba alguna medida judicial o actuación policial. Una vez comprobadas las bases policiales en la sala CIMAC de Policía Nacional, los agentes reciben la contestación de que al varón le consta una orden de Búsqueda, Detención y Personación por el Juzgado de Instrucción Número 3 de Pamplona y también una prohibición de acudir a dicho parque dictada en su momento por el juzgado que estableció las medidas cautelares por ser presunto autor de un delito de agresión sexual que se produjo en ese mismo lugar en el mes de septiembre del año pasado.

La agresión de septiembre y la medida cautelar

En esos hechos cometidos hace 9 meses, este mismo varón también había actuado en la Vuelta del Castillo, de ahí la medida cautelar que se le impuso. Entonces fue detenido por agentes de la Policía Municipal de Pamplona después de haber agredido sexualmente a una mujer en la Vuelta del Castillo, en la Ciudadela. Tres jóvenes que escucharon gritar a la víctima lo retuvieron hasta que fue arrestado. Los hechos ocurrieron hacia las 4.00 horas de un domingo cuando una pareja que había estado en la zona de la Ciudadela y paseaba por la Vuelta del Castillo se percató de que ella se había dejado olvidado el bolso. Al regresar a por él, la mujer fue abordada por un varón de 38 años de edad que la tiró al suelo y comenzó a realizarle tocamientos

Gritos de la mujer

El ataque se produjo en la zona existente entre la calle Yanguas y Miranda y la Casa de la Misericordia, y tres jóvenes de origen magrebí que se encontraban en las inmediaciones escucharon gritar a la mujer y acudieron a ayudarla. Asimismo retuvieron al autor de los hechos, con la participación del acompañante de la mujer agredida.