El Ministerio Fiscal solicita 2 años y 3 meses de cárcel para dos varones y una mujer acusados de un supuesto delito de coacciones por un incidente con un varón que portaba una bandera de España en el Casco Viejo de Pamplona, durante el Día de la Hispanidad de 2022. Estos hechos serán enjuiciados próximamente en la capital navarra.

Según sostiene en su escrito de calificación provisional la fiscal especialista de la Fiscalía de Navarra de la sección de Delitos de Odio y Discriminación, los tres acusados, todo ellos sin antecedentes penales, se encontraban en la plaza de Navarrería de Pamplona sobre las 18.30 horas del día 12 de octubre de 2022, cuando se presentó en el lugar un varón, “de nacionalidad cubana y de raza negra, con una bandera de España sobre los hombros, con motivo de la celebración del Día de la Hispanidad”, indica la fiscal.

Los acusados “se acercaron al varón junto a un grupo de personas que lo rodearon y se dirigieron a él a gritos diciéndole “beltza” (que significa negro en euskera) y le gritaron en repetidas ocasiones que se fuera a su país, alegando que no podía estar ahí; todo ello con manifiesto ánimo de desprecio y rechazo hacia su persona por su color de piel, y por el menosprecio y repudio a la ideología que consideraban representada por la bandera española que éste portaba”, señala el escrito de calificación del Ministerio Fiscal.

“Al replicarles el hombre que estaba en su país y se sentía español”, indica la fiscal, “varias personas del referido grupo se aproximaron más y, concretamente, la acusada le repitió de forma airada señalándole que se fuera y que no podía estar allí”, mientras que uno de los acusados “le lanzó un puñetazo”, que el hombre que portaba la bandera pudo esquivar, y el otro acusado “intentó de forma violenta quitarle la bandera española, mientras las restantes personas le seguían diciendo: “esto no es España, negro de mierda”, “esto es Euskal Herria”. 

Empujones

Seguidamente, los acusados y otras personas “se unieron para sacarle de la plaza a empujones”, mientras la acusada le decía “déjanos en paz”. El hombre “se marchó contra su voluntad, habiendo temido por su integridad y sintiéndose humillado”, señala la fiscal.

Para el Ministerio Público, los hechos son constitutivos de un delito de coacciones, con la concurrencia en los acusados la circunstancia agravante de discriminación. Por ello, mantiene que procede imponer a cada uno de los acusado la pena de 2 años y 3 meses de prisión.

Asimismo solicita que imponga a los acusados la prohibición de comunicar por cualquier medio y de aproximarse a menos de 300 metros del denunciante, lugar de trabajo u otro que frecuente durante cuatro años. Igualmente, plantea que los acusados deberán indemnizarle de manera conjunta y solidaria en la cantidad de 900 euros por los daños morales causados.