Condenado a dos años de prisión por agredir y robar un móvil a un hombre en Pamplona tras ser expulsado de la villavesa
Los hechos ocurrieron en febrero en la avenida Zaragoza y la víctima le recriminaba su actitud ante la conductora del autobús
El titular del Juzgado de lo Penal número 4 de Pamplona ha condenado a dos años de prisión a un joven de 24 años y de origen magrebí que, tras ser expulsado de la villavesa, al bajar del autobús se encaró con un hombre al que propinó patadas y puñetazos, para posteriormente robarle el móvil que llevaba. La sentencia, dictada de conformidad tras un acuerdo entre el fiscal y la defensa, impone al acusado, de nacionalidad marroquí, la prohibición de comunicarse y aproximarse durante 5 años a menos de 200 metros de la víctima, a la que deberá indemnizar con 315 euros.
Los hechos juzgados se produjeron el 21 de febrero de este año. Sobre las 2 horas, el procesado, en compañía de otro varón, subió en la avenida de Zaragoza de Pamplona al autobús urbano N3 (Beriáin-Plaza Merindades). Ambos pagaron solo un billete y discutieron con la conductora, quien, por este motivo, expulsó al encausado.
En ese momento, se acercó al autobús un hombre, que se encaró con el inculpado. El condenado, según recoge la sentencia, “le empujó, le zarandeó, le tiró al suelo, donde comenzó a agredirle dándole patadas y puñetazos”.
La conductora cerró las puertas del autobús para evitar que el acompañante del acusado bajase del mismo, pero acabó abriéndolas ante su insistencia. Bajó y se unió al acusado en la agresión. A continuación, ambos le sustrajeron del interior de uno de los bolsillos de su pantalón su teléfono móvil marca Redmi, de color azul. Los agresores salieron huyendo por la calle Blas de la Serna.
Arrojaron el teléfono tras causar de nuevo molestias a peatones
Ese mismo día, sobre las 7.58 horas, el encausado se encontraba en la Plaza de los Fueros de la capital navarra con otras tres personas. Estaban molestando a los transeúntes y golpeando mobiliario urbano, por lo que se personó una patrulla de la Policía Nacional. Al ver a los agentes, el inculpado arrojó el teléfono sustraído a la zona ajardinada que se encontraba a la espalda del grupo.
Tras las correspondientes verificaciones policiales respecto de la procedencia del teléfono, y al constatar que el mismo había sido sustraído horas antes por dos varones magrebíes, y que uno de ellos pudiera tratarse del procesado, los agentes se dirigieron hacia él para su detención. Este se resistió de forma activa para evitar ser esposado e inmovilizado, de tal modo que los agentes tuvieron que utilizar la mínima fuerza proporcional para ello.
Por estos hechos, el encausado estuvo en prisión provisional desde el 24 de febrero hasta el 20 de marzo, el día del juicio. Entonces, al comienzo de la vista oral, aceptó las siguientes penas: 2 años de prisión por un delito de robo con violencia, 150 euros de multa por un delito leve de lesiones y 900 € de multa por un delito de resistencia.
En la sentencia, que es firme, el magistrado acuerda la suspensión de la pena de prisión a condición de que el condenado no vuelva a delinquir en 5 años, abone la indemnización a la víctima en dos meses y respete la medida de alejamiento.
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