Navarra, tierra de contrastes y tradiciones arraigadas, se erige como un rincón culinario único. Con su tierra fértil y un clima propicio, la región ha cultivado a lo largo de los años una rica variedad de productos que se han convertido en auténticos embajadores de su identidad gastronómica.

Navarra se enorgullece de su abundancia de productos frescos, que sirven como la base de sus platos más emblemáticos. Desde los campos verdes de la Ribera hasta las laderas de los Pirineos, la región ofrece una paleta diversa de ingredientes que los chefs locales transforman en auténticas obras maestras culinarias.

El tesoro de la huerta navarra

El clima favorable de Navarra y su rica tierra fértil hacen que la región sea conocida por sus extraordinarios productos frescos. La huerta navarra es un auténtico tesoro que ofrece una amplia variedad de frutas y verduras de calidad excepcional. Destacan los espárragos de Navarra, reconocidos a nivel mundial por su sabor, textura y delicadeza, las alcachofas, el cardo, la borraja o los cogollicos de Tudela.

Con siete Denominaciones de Origen, 5 Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) y 4 Certificaciones de Calidad, la huerta navarra se ha convertido en una de las despensas más variadas del territorio nacional. Todos los gustos y texturas de estas verduras se fusionan con acierto en las ricas menestras, donde caben las innovaciones. Asimismo, las alubias “pochas” de Sangüesa son otra delicia gastronómica, que deben cocinarse interrumpiendo su hervor con agua fría al menos en dos ocasiones para conseguir la textura idónea.

Pero de la huerta no solo vive esta comunidad. La ganadería de las tierras navarras aporta excelentes piezas de buey, ternera y cordero, unas carnes que han ganado reconocimiento por su calidad y que protagonizan platos como el cordero al chilindrón o menús de asadores y sidrerías. Entre los derivados del cerdo, destacar los embutidos que han dado justa fama a la elaboración tradicional navarra, especialmente la chistorra, el relleno de arroz, el chorizo y la morcilla.

No obstante, el pescado también tiene una presencia relevante en el recetario navarro con platos como la trucha con jamón, sobre todo cuando se elabora con truchas salvajes de los ríos de montaña, o el ajoarriero. Por su parte, el salmón de río Bidasoa también roza la excelencia.

Por otro lado, el sabor de la caza es un auténtico paraíso cinegético en el que proliferan la caza mayor y menor, con la riqueza gastronómica que ello implica: palomas y tórtolas, becadas, codornices, perdices y pintadas, patos... Y, por supuesto, conejo y liebre, ciervo, corzo, gamo y jabalí, con una gran variedad de recetas y especialidades culinarias, entre las que sobresale, por su diversidad de ingredientes, el calderete.

Desde hace también algunas décadas, la comarca de Aranaz es conocida por su excelente foie, elaborado artesanalmente en diferentes fincas dedicadas al engorde del pato y a la producción de ricos confits y magret. Además de la carne, en la zona de montaña abunda la leche y el queso, ofreciendo una amplia gama de productos autóctonos con denominación de origen como el queso Idiazabal y el de Roncal, dando paso, a su vez, al tradicional postre elaborado con leche de oveja: la cuajada.

La cocina navarra ha evolucionado a lo largo de los años, dando lugar a nuevas e innovadoras elaboraciones, aunque siempre respetando la tradición y las costumbres de la Comunidad Foral.

A lo largo de toda la geografía se pueden degustar platos sofisticados de buena calidad, gracias a la amplia oferta de productos autóctonos que se cultivan y crecen en la tierra, además de otras presentaciones en miniatura que visten las barras de los numerosos establecimientos hosteleros.

Aliado indiscutible

Al igual que la huerta hay que regarla, brindar con vino es un complemento ideal para saborear los platos navarros. Dentro de la DO Navarra existen vinos blancos, tintos y rosados que reflejan la diversidad de la tierra y la pasión de los viticultores. Estos vinos se caracterizan por unas peculiaridades únicas, con personalidad e identidad reconocible.

Asimismo, en la Comunidad Foral también se produce DO Cava en las localidades de Mendavia y Viana, un aliado más para maridar toda esta gran amalgama de productos que componen la gastronomía de la región.