La pregunta de cuánto ahorrar para la jubilación es una de las más frecuentes en las conversaciones sobre planificación financiera personal. Aunque no existe una cifra exacta que sirva para todos, hay principios y estrategias que pueden ayudar a estimar cuánto dinero es necesario para asegurar una pensión adecuada. Factores como el estilo de vida, la esperanza de vida, la inflación, los ingresos actuales y futuros, así como el rendimiento de las inversiones, juegan un papel crucial en el cálculo del ahorro necesario. 

En muchos países, la pensión pública es un pilar esencial para garantizar un nivel mínimo de bienestar durante la jubilación. Sin embargo, la pensión pública por sí sola no suele ser suficiente para mantener el mismo nivel de vida que se tuvo durante la vida laboral. Los cambios demográficos, la inflación y las presiones económicas hacen que el ahorro privado se convierta en una necesidad para complementar la pensión pública. No se trata solo de asegurarse de tener suficiente dinero para cubrir las necesidades básicas, sino también para disfrutar de una jubilación activa y cómoda, que permita continuar con las actividades y el estilo de vida que se han mantenido hasta ese momento.

Factores a tener en cuenta 

Para determinar cuánto dinero necesitarás ahorrar, hay varios aspectos personales y económicos que influirán directamente en la cifra final. Cada uno de estos factores debe ser considerado cuidadosamente al momento de planificar tu ahorro para la jubilación.

El primero de estos factores es el estilo de vida. ¿Qué tipo de vida deseas llevar cuando te jubiles? Las respuestas a esta pregunta pueden variar significativamente entre las personas. Si tu objetivo es viajar, practicar pasatiempos o mantener una casa grande, necesitarás una cantidad mayor de dinero. Si, por el contrario, prefieres un estilo de vida más austero, tus necesidades de ahorro serán menores. Una buena referencia para calcular el ahorro necesario es observar tus hábitos de consumo actuales.

El aumento de la esperanza de vida es otro factor fundamental. Con los avances en la medicina y la salud, la gente vive más tiempo. Esto implica que la jubilación puede durar varias décadas, lo que aumenta la cantidad de dinero que necesitarás a lo largo de esos años. Además, la inflación jugará un papel importante, ya que reduce el poder adquisitivo del dinero con el paso del tiempo. Los ahorros que hoy son suficientes pueden no serlo dentro de 20 o 30 años debido a la subida de los precios.

También, es relevante el rendimiento de las inversiones . Dependiendo de dónde decidas invertir tus ahorros, estos pueden crecer o disminuir con el tiempo. Las inversiones bien gestionadas pueden generar rendimientos significativos, mientras que las decisiones equivocadas pueden poner en riesgo tu futuro financiero.

Finalmente, es esencial conocer tu pensión pública estimada. En muchos casos, la pensión que recibas del Estado cubrirá solo una parte de tus gastos. Por lo tanto, es crucial saber cuánto puedes esperar recibir y cuánto tendrás que ahorrar por tu cuenta para complementar esa cifra.

Métodos para calcular el ahorro 

Existen varios métodos que pueden ayudarte a calcular la cantidad exacta que necesitas ahorrar para tu jubilación. Entre los más utilizados, encontramos la regla del 25% . Esta regla establece que, para no agotar tus ahorros durante la jubilación, puedes retirar aproximadamente un 4% anual de tu capital. De acuerdo con esta regla, si calculas tus gastos anuales esperados y los multiplicas por 25, obtendrás el monto total que necesitas ahorrar. 

También, existe una fórmula, popularizada por Kimmie Greene y conocida como el ‘método Greene’ que permite calcular cómo deben evolucionar los ahorros acorde al sueldo para llegar a la jubilación –que en 2024 está fijada en 66 años y 6 meses cuando la vida laboral sea inferior a 38 años de cotización– con un colchón suficiente. Para aplicar este fórmula necesitas multiplicar los años que tienes por tu salario bruto anual y dividir el resultado entre diez.

El número que obtenemos es la cantidad que deberíamos tener ahorrado a esa edad. El cociente resultante suele ser bastante elevado, pero ten en cuenta que esta es una fórmula orientativa y, en cualquier caso, orientada a disponer de un muy amplio colchón en previsión de incidencias. A la hora de comenzar a aplicar este método se hace hincapié en que la cultura financiera debe comenzar cuanto antes y empezar el ahorro en los primeros años de carrera profesional.

Otra opción es utilizar simuladores de jubilación que muchas entidades financieras y plataformas online ofrecen. Estos simuladores permiten introducir tus datos personales, como tu edad, ingresos y edad de jubilación deseada, para obtener una estimación de cuánto necesitarás ahorrar. Aunque estos simuladores son útiles, no siempre son precisos, ya que dependen de las suposiciones que se hacen sobre la inflación, el rendimiento de las inversiones y otros factores.

Si prefieres un enfoque más personalizado, puedes recurrir a un asesor financiero. Un asesor experimentado puede analizar tu situación financiera y ayudarte a elaborar un plan de ahorro específico que se ajuste a tus necesidades y objetivos. Además, un asesor puede guiarle sobre la mejor manera de diversificar sus inversiones y maximizar las ventajas fiscales.

Opciones para la jubilación

Al planificar tus ahorros para la jubilación, hay varias opciones disponibles. Cada una de ellas tiene características distintas y ofrece diferentes niveles de riesgo y rentabilidad.

Una de las opciones más comunes son los planes de pensiones. Estos productos están diseñados específicamente para el ahorro a largo plazo y ofrecen ventajas fiscales, ya que las aportaciones realizadas pueden deducirse de la base imponible del IRPF. Además, los fondos se gestionan profesionalmente, lo que puede proporcionar una rentabilidad mayor a la de otros productos más conservadores.

Otra opción popular son los fondos de inversión. Estos fondos permiten invertir en una amplia gama de activos financieros, lo que ofrece una mayor flexibilidad y, potencialmente, un mayor rendimiento. Sin embargo, también conllevan un mayor nivel de riesgo, por lo que es importante estar informado y ser consciente de los posibles altibajos del mercado.

Para quienes buscan una opción más segura, los depósitos a largo plazo pueden ser una alternativa. Aunque ofrecen una rentabilidad más baja, los depósitos son una opción más estable y líquida, lo que los convierte en una buena opción para quienes prefieren minimizar el riesgo.