Entre los rumores sobre su futuro, Nico Williams solamente tiene la mente puesta en el duelo de cuartos de final de la Eurocopa entre España y Alemania. El navarro, que está acaparando los focos en su debut en el torneo –fue, de hecho, elegido el mejor jugador en el duelo ante Italia– tuvo un paso fugaz por Tajonar, donde fue entrenado por Pablo Domingo y Roberto Villanueva.

“Era 2012, y en ese equipo, que es súper majico, tienes a Iñaki Rupérez, que está en la Real, Jon García, que se fue al Villarreal y volvió al Promesas, Nico Serrano, que está en el Athletic o Xabi Irurita, que ha fichado por el Athletic. No ganamos la liga, nos ganó Oberena, pero era una hornada chula”, recuerda el técnico, que admite que el pequeño de los Williams destacaba a su edad, pese a que “son tan chiquitines, que decir que pueden llegar a algo es jugártela mucho, pero sí que era rápido y con el balón era muy ágil, tenía gol... Si no me equivoco, cuando acabó esa temporada su hermano la rompió en el Athletic, le hicieron contrato y Nico aquí estaba con su madre y con el representante, su padre estaba fuera, Iñaki en Bilbao... y a raíz de hacerle contrato a Iñaki todos se fueron a Bilbao”.

Nico Williams, ante Adama Boiro, en un Osasuna - Ardoi. Cedida

Desde pequeño, Nico Williams “era majico, siempre con bromas, todos le querían un montón, se dejaba querer... y entre ellos creo que suelen tener relación. Yo incluso suelo escribirle. Era buen chaval, un poco despistadete, pero buen chaval”, y el hecho de verlo en una Eurocopa, a su entrenador le pone “súper contento. Primero por ver que no venía de una situación familiar fácil y ver todo el trabajo que ha hecho y las cualidades que tiene, que llegue a donde está, te alegras mucho por él y por su familia. Ves el rendimiento que está dando y sientes orgullo. Fue sólo un año, pero eso queda ahí”. Sin embargo, Domingo lamenta que “la pena es que sólo lo hemos disfrutado un año. A esas edades, que son las más complicadas... no sabríamos si hubiera llegado aquí porque el fútbol es como es”.

Nico Williams junto con Nico Serrano y Jon García después de un torneo. Cedida

El caso de Nico Williams es uno de esos casos que pone en valor el trabajo de la cantera cuando un jugador llega a la élite. “He estado muchos años en Tajonar y creo que se trabaja muy bien. Ahora creo que estamos en una situación muy organizada. No sé qué hay aquí que siempre salen jugadores buenos. En las selecciones siempre se cuentan con la gente de aquí. Lo ideal es que se quedaran aquí, como hacen los que están en el primer equipo, pero es un orgullo para nosotros, que del fútbol no vamos a vivir pero hemos tenido la oportunidad de coincidir con estos chavales. Lo mismo para los que llegan, como para los que no”, radiografía Pablo Domingo, que califica como “barbaridad” la cantidad de gente “que trabaja para que todo funcione como lo hace en Tajonar”.

Muchos futbolistas han pasado por sus manos en los 17 años que ha estado en Tajonar. “Me gustaba estar con chiquitines. Me gustaba el tema del primer año, que vienen todos de ser los mejores en sus equipos y vienen a Tajonar y es un año que me gustaba mucho. Muchos chavales han llegado siendo niños, los ves debutando, los ves que van llegando y otros se quedan. Es un orgullo verles y que luego se acuerden de ti. Se agradece, porque lo que queda es el trato que tienes con ellos”, finaliza.