La Unión Europea adoptó este jueves las nuevas normas sobre la "Tarjeta Azul", que pretenden convertir a la UE en un destino más atractivo para los extranjeros altamente cualificados, compitiendo con países como Estados Unidos.

La nueva tarjeta prevé condiciones de admisión más flexibles, más derechos y la posibilidad para los trabajadores de moverse y trabajar con mayor facilidad entre los Estados miembros.

"La Tarjeta Azul consolidará la posición de la UE como uno de los principales destinos mundiales para trabajadores altamente calificados, con la flexibilidad, la movilidad y las oportunidades de reunificación familiar que ofrece", dijo el ministro de Interior de Eslovenia, Ales Hojs, cuyo país preside el Consejo de la UE.

Aunque en la UE los países son responsables de decidir el número de personas que admiten con fines laborales, contar con un marco a nivel europeo situará a los Estados miembros y las empresas en una posición más favorable para atraer talento.

En particular, la tarjeta introduce como cambio que sus titulares y los miembros de sus familias podrán moverse a un segundo Estado después de haber estado trabajando doce meses en el primero.

También se tendrán en cuenta los períodos de trabajo en diferentes países de la UE, lo que facilitará el acceso al estatuto de residente de larga duración.

La reforma facilitará contratos más cortos (de seis meses, cuando ahora se exige un contrato de al menos un año para poder recibir una tarjeta azul) y extenderá el esquema a nuevos beneficiarios.

Las personas que disfruten de protección internacional y estén cualificadas también podrán disfrutar de esa tarjeta.

La negociación de esta propuesta, en el marco de las medidas para impulsar las vías legales de acceso a la Unión, quedó relegada durante años por la falta de avances, pero la idea fue retomada con el Pacto de Migración y Asilo el año pasado.

Para solicitar una tarjeta azul, además de no proceder de ningún país de la UE, el trabajador debe contar con estudios o experiencia profesional, así como con un contrato de trabajo o una oferta.

Tras el paso dado hoy, la nueva normativa será publicada en el Diario Oficial de la UE y entrará en vigor a los 20 días. A continuación, los países tendrán dos años para adaptarla a sus legislaciones.