Los líderes de partidos de oposición con los que este martes se reunió el presidente francés, Emmanuel Macron, rechazaron la posibilidad de establecer alianzas parlamentarias con el Gobierno, a la espera de ver las propuestas del jefe del Estado.

Macron comenzó este martes una serie de reuniones de dos días con los líderes de los principales partidos para buscar una posible salida al dilema creado por los resultados de las legislativas del pasado domingo, en las que el Gobierno perdió su mayoría absoluta, aunque tampoco hay una mayoría alternativa de la oposición.

"Si las medidas que se presentan son de sentido común las votaremos. Si no es así, las enmendaremos. Si no se incluyen en el texto nos opondremos", dijo a la salida del Elíseo la líder de la ultraderecha, Marine Le Pen, cuya formación ha pasado en estas legislativas de tener 8 diputados a 89.

Le Pen, una de las últimas en verse con Macron, insistió en que sus diputados son políticos "responsables". El presidente recibió durante la mañana al líder del conservador LR, Christian Jacob, y al secretario general del Partido Socialista (PS), Olivier Faure.

A su salida de la reunión, Jacob señaló a la prensa la intención de su partido de continuar "en la oposición, de una forma decidida pero responsable". "Jamás entraremos en el bloqueo de las instituciones, pero no es cuestión de entrar en una lógica de pacto de coalición", recalcó, antes de añadir que corresponde a Macron "poner propuestas sobre la mesa".

Un intercambio "interesante"

También pidió proposiciones concretas el socialista Faure, quien al salir del Elíseo dijo que mantuvo un intercambio "interesante" con Macron, quien le dejó entrever que con estas entrevistas "quiere saber cuál es su margen de maniobra". Faure dio a entender que la pelota está en el campo del presidente: "Ahora le corresponde elegir el camino que quiere tomar. Le toca hacer propuestas y veremos de qué lado nos colocamos", recalcó, sin dar ningún indicio de un posible acuerdo global con Macron.

François Bayrou, líder del centrista MoDem y un aliado importante de Macron, recalcó al salir de su reunión con el presidente que "hace falta algo próximo a la unión nacional". Stanislas Guerini, a la cabeza del partido macronista, y el secretario nacional del Partido Comunista Francés (PCF), Fabien Roussel, también estuvieron en esta primera ronda de consultas que concluirán mañana con otros dirigentes aún no precisados.

El fragmentado estado en el que ha quedado la Asamblea Nacional tras las elecciones del domingo, sin ningún partido capaz de alcanzar una mayoría absoluta ha provocado una situación inédita en el país, poco acostumbrado a los pactos entre diputados. El tsunami electoral amenaza con llevarse por delante a la primera ministra, Élisabeth Borne, que según el Elíseo anunció este martes que presentó su dimisión a Macron pero este la rechazó.

"La primera ministra presentó su dimisión al presidente de la República, que la rechazó para que el Gobierno pueda continuar realizando sus funciones estos días", señaló una fuente de la sede presidencial francesa. Tras el resultado del domingo, varios dirigentes del partido izquierdista La Francia Insumisa (LFI) han pedido la dimisión de Borne, que llegó al cargo el pasado 16 de mayo.

Moción de censura

Algunos de sus diputados avanzaron su intención de presentar una moción de censura contra el Gobierno, aunque la coalición de izquierdas de la que forma parte no se ha pronunciado sobre esta posibilidad. "Esta mujer no tiene ninguna legitimidad, cero", aseguró sobre Borne en declaraciones a la prensa el líder de LFI, Jean-Luc Mélenchon, cuyo partido La Francia Insumisa, estará en las reuniones del miércoles.

Emplazó a la primera ministra a someterse a un voto de confianza en la Asamblea, cuando la cámara se constituya, "como en todas las democracias". Mélenchon, que no era candidato a la Asamblea Nacional, acompañó a los diputados de su partido cuando fueron a recoger sus credenciales de legisladores a la sede parlamentaria.

El Consejo de Ministros previsto para este martes ha quedado suspendido y en su lugar Borne convocó a los miembros del Ejecutivo para una reunión.