Los motivos por los que Internet es ya el rey del comercio son varios: comodidad, mejores precios o descuentos y la ventaja de poder comprar desde casa son los más importantes (y la pandemia ha ayudado lo suyo). Por eso, muchas pequeñas empresas han tenido que adaptarse rápidamente.

Por lo tanto, es muy importante para los pequeños negocios subirse al carro de la digitalización. Y el primer paso es tener una página web adecuada. Según datos de un reciente estudio de www.beedigital.es, actualmente solo el 40% de las pymes tiene una, pero no siempre está bien adaptada a las exigencias del consumidor digital. Sólo el 7% de las pymes cuenta con alguna funcionalidad e-commerce.

Ignacio Manrique de Lara Fernández, director de Marketing de esta compañía, dice que "nada echa más para atrás que una web anticuada. Internet ha cambiado muchísimo en apenas diez años y trae cambios constantemente. Ser digital no solo supone tener una página web, sino cuidarla y mimarla para mantenerla en un lugar visible".

Lo primero que hay que tener en cuenta es que las web deben actualizarse con frecuencia, para que los buscadores las tengan en cuenta. Es bastante común navegar por la red y encontrar sitios web claramente anticuados y con una estética poco atractiva o nada moderna. Eso no solo implica que serán menos interesantes y llamativos para el usuario, sino que llevan tiempo sin revisarse y pueden tener bugs y otros problemas que repelerán al consumidor y a Google: tiempos de espera muy largos, enlaces rotos, mala visualización...

Estos son, según Manrique de Lara, los aspectos más importantes que hay que mejorar en una página que lleva tiempo sin cambiar:

Actualizar el diseño o la plantilla para eliminar errores. La opción más sencilla para crear una página web es adquirir un diseño o una plantilla ya prediseñados. Sin embargo, es importante revisar de vez en cuando si hay actualizaciones. Una plantilla antigua puede tener bugs o errores que se habrían arreglado al instalar la actualización.

Priorizar el diseño 'responsive'

Priorizar el diseño 'responsive'Seis de cada diez usuarios ya compran a través del móvil, y por eso es imprescindible tener una web con diseño responsive, es decir, que se adapte al ancho de cada dispositivo. Si una persona la visita desde el móvil, debe ver las imágenes y los textos correctamente, sin cortes y con un tamaño adecuado. Ahora, las plantillas prediseñadas suelen tener una opción de previsualización; así, es muy fácil saber si el diseño que hemos creado se verá bien desde un dispositivo que no sea un ordenador.

Mejorar la velocidad

Mejorar la velocidadLa rapidez es uno de los motivos por los que los españoles compran en internet. Un sitio web que tarde más de tres segundos en cargar será desbancado fácilmente por la competencia. Igualmente, los buscadores penalizan a las webs lentas. Para mejorar la velocidad de carga, es importante optimizar el tamaño de las imágenes y limitar las animaciones. La página de inicio debe ser sencilla, ya que si tiene demasiados elementos tardará más en cargar. Asimismo, es mejor evitar textos de gran tamaño o mezclar varios tipos de letra.

Usabilidad

La usabilidad es el grado de facilidad de uso. Una página debe ser intuitiva y sencilla. El usuario quiere encontrar lo que busca fácilmente, y no perder diez minutos navegando por un laberinto de pestañas y enlaces. Para conseguir usabilidad hay que estructurar bien la información y tener un diseño coherente, sencillo y limpio. Una web cargada de elementos, que abra múltiples ventanas emergentes y no tenga visible el menú de navegación será difícil de usar, por lo que el consumidor se marchará a otra.

Crear una estética acorde al negocio físico

Las empresas que tienen un local físico usan la web como un escaparate en internet. Para que el usuario la asocie con la tienda física debe haber coherencia entre el sitio online y el offline. Tanto el negocio físico como la página web deben regirse por el mismo diseño (colores, tipografía, estilo de redacción...).

Seguir una estrategia de marketing digital para mejorar el posicionamiento. Google premia los sitios con diseño responsive, buena usabilidad, tiempo de carga bajo y sin errores. Una web que lleve meses (o años) sin actualizar habrá quedado muy abajo en los buscadores. Por eso, tras mucho tiempo lejos de los primeros puestos de Google, hay que potenciar el posicionamiento con una buena estrategia SEO. El SEO es un proceso a largo plazo que parte de actuaciones pequeñas: usar palabras clave en la redacción, revisar y arreglar los enlaces rotos, usar metaetiquetas en los textos...