Ion Aramendi (Donostia, 1977) pasó de la calle al plató sin apenas parpadear. Tras varios años como reportero en 'Sálvame' llegó a ETB para presentar '¡Qué me estás contando!' y después de 800 programas recaló a principios de año en La 1 de TVE para presentar 'El cazador'.

1- Pasión por la música. El presentador donostiarra es un tipo encantador que tiene muchas pasiones, y una de ellas es el rock. De ello da fe su participación como solista en la banda de rock Pitch&Cols.2- El veneno del surf.

Regresar a Donostia demostró que los años de ausencia no habían mermado sus aficiones. Le gusta coger la tabla de surf y lanzarse a coger olas después de dejar a sus hijos en la ikastola; no lo podía hacer en Madrid, pero lo retomó en casa.

3- Deporte y familia. Es de la Real Sociedad, pero a nivel personal su deporte es el baloncesto. Ha estado en la cancha hasta hace poco.

4- ¿Reportero a su pesar? Durante muchos años fue uno de los reporteros más queridos de Sálvame. Era una vida muy estresante que llevaba con gran elegancia, pero lo de perseguir famosos le resultaba cansado y no era plato de su gusto, porque se considera poco cotilla.

5- Preferencias profesionales. Cuando estaba en la facultad su pasión por el baloncesto inclinaba la balanza de deseos profesionales hacia el periodismo deportivo. También le gustaba el mundo de las entrevista. De momento, es presentador de concursos.

6- Amistades. Guarda amigos de todos los trabajos en los que ha estado, pero algunas amistades son curiosas. Por ejemplo, de Sálvame confiesa que se lleva muy bien con Belén Esteban y con Matamoros. Para gustos, colores.

7- Amor por la buena mesa. Ha vivido en Salamanca, Madrid y Donostia y le gustan cada uno de estos lugares, pero en especial su gastronomía. Saliva cuando habla de anchoas en salazón, chipirones en su tinta y de los huevos rellenos de su madre.

8- Uvas no, melón sí. En la mesa de Nochevieja de casa de sus padres las campanadas son especiales. Las uvas no están presentes. En la familia Aramendi la suerte se digiere a base de trocitos de melón y sorbos de champán o cava para no atragantarse.

9- Bueno en letras y en números. Cuando tuvo que decidir su futuro pesaron más las letras que los números; aunque también era bueno en ciencias, prefirió tirar por el camino que le permitía contar historias y conectar con espectadores y lectores.

10- Poco caprichoso. Se considera un hombre tranquilo, poco quisquilloso y poco o nada caprichoso. No le gustan los excesos ni acostumbra a ir vestido de marca, pero aunque no lo diga públicamente, tiene un punto de coquetería natural.