REINO UNIDO. Josie Birds, de 93 años, "ha sido buena durante toda su vida" pero ha pasado las últimas horas en comisaría, no por haber cometido ningún delito, sino porque era su último deseo antes de morir. Así lo dio a conocer su nieta Pat Smith en el diario The Guardian. Desde hace ya varios años, Birds soñaba con ser detenida y trasladada a comisaría. Por esa misma razón, su nieta decidió cumplir su voluntad y dos agentes se presentaron en el domicilio de la anciana y la esposaron. A continuación, y después de que los guardias le ajustaran las esposas, estos se encargaron de subirla al furgón y trasladarla hasta dependencias policiales. Una vez allí, la anciana se sentó en una silla de la sala de interrogatorios, donde confesó todos los delitos que llevó a cabo a lo largo de su vida ante varios agentes de Policía. La protagonista terminó la jornada comiendo un pastel con los agentes que la detuvieron. En declaraciones a The Guardian, Pat Smith explicó que su abuela le confesó que quería "portarse mal" mientras tuviera las fuerzas necesarias para disfrutarlo. Por lo tanto, y después de una vida de comportamiento ejemplar, Josie Birds promete que disfrutará lo que le queda de ella hasta el último segundo.