Durante mucho tiempo, la barba y el bello facial masculino ha estado relacionado con el los grupos hippies o las personas más bohemias.

No obstante, este tipo de práctica, relacionada con la estética y la belleza mixta, viene de hace mucho tiempo atrás.

Si nos remontamos a los famosos más barbudos, seguro que nos vienen a la cabeza figuras como los Reyes Magos, el Mago Merlín o el Pirata Barba Roja.Nunca es tarde si la dicha es buena

Así es, bajo el lema 'Movember', miles de personas dejan crecer su barba o bigotes durante el mes de noviembre, con el fin de concienciar sobre temas sanitarios como el cáncer de próstata o la depresión.

La práctica benéfica fue celebrada por primera vez en el año 2003 en Australia, cuando un grupo de jóvenes de Melbourne tuvieron la idea de dejar crecer sus bigotes, como apoyo a su amigo con cáncer de próstata.

Poco a poco, la fundación comenzó a obtener éxito y recolectar fondos para destinarlos a la lucha de este tipo de enfermedades, y, por consiguiente, expandir su misión por todo el mundo.

Además, y con motivo del próximo tres de septiembre, Día Internacional de la Barba, los jóvenes tratarán de difundir la iniciativa por todas las redes sociales.Cinco sencillos pasos

1. Conoce tu pelo: Existen tantas barbas como estrellas en el cielo, así que, antes de cortar tu barba, deberías meditar sobre ella. Su espesor y su forma, te ayudarán a decidir mejor el corte.

2. Herramientas adecuadas: No mires por lo barato, es parte de tu rostro y eso te importa. Pensar bien y seleccionar la idónea puede salvarte de algunos cortes.

3. Marca tu estilo: ¿Bigote sencillo o extravagante diseño francés? Todo a la carta, aunque siempre está bien recibir alguna que otra recomendación. No te cortes.

4. ¡Acción!: Llega el momento de la verdad, no te preocupes, tu barba vuelve a crecer. Eso sí, siempre máxima precaución con el cuello, la nuez puede servirte de guía.

5. Cuando amaina la tormenta: Todo tipo de piel necesita de mimos e hidratación tras un afeitado. Puede que tu piel necesite de un cuidado especial, y por supuesto, cuidado con las heridas.

Ahora sí, puedes lucir una barba que desmerezca al mismo Rasputín.