Llegar a cuartos, lo que supone clasificarse para los Preolímpicos de París 2024, era el gran objetivo de España en este Mundial, y estar en semifinales es ya un éxito. Y ahora hay dos ocasiones para conseguir una medalla, que sería la guinda.

Llevo 30 años viendo Mundiales y Europeos y no recuerdo un partido como el del miércoles ante Noruega, por las dos prórrogas que hubo que jugar. Estamos tan poco acostumbrados a estas cosas que había en el pabellón un desconcierto generalizado hasta que nos enteramos de que, así como en el reglamento de la Federación Europea solo hay una prórroga antes de los penaltis, en la Internacional son dos.

El partido estaba perdido cuando Noruega ganaba por uno, tenía el balón y faltaban pocos segundos. Pero su extremo devolvió el balón hacia atrás en vez de lanzar y los árbitros le pitaron un pasivo bien pitado. Y después se notó que Noruega, pese a que era favorita por el juego que había hecho durante el Mundial, tiene mucho respeto a España, y algunos jugadores, incluida su gran figura, tuvieron el brazo encogido.

Y ahora, Dinamarca. Un rival terrible con los españoles hechos unos zorros después de haber jugado 80 minutos contra Noruega. Los fisios de la selección estuvieron el jueves por la noche hasta las 4 de la madrugada y ayer también tuvieron trabajo extra para recuperar en lo posible a los jugadores.

Frente a eso, Dinamarca llega muy fresca, porque venció en semifinales con comodidad a Hungría, y su único inconveniente ha sido viajar ayer de Suecia a Gdansk.

Si hubiera que hacer un pronóstico, yo diría que la eliminatoria está 70% a 30% a favor de Dinamarca, pero España ya ha demostrado otras veces que es capaz de cargarse las previsiones y dar la sorpresa mayúscula que sería vencer a los daneses.

Y, además, a ver qué conejo se saca Jordi Ribera de la chistera, porque ante Noruega nos sorprendió a todos en el segundo tiempo con el ataque 2/4 (es decir, con dos pivotes), que sirvió para sacar de punto a la defensa noruega. Así como en la preparación para el Mundial le vimos ensayar mucho el ataque 7 contra 6 (con portero-jugador), el 2/4 no se lo habíamos visto hasta el partido ante Noruega y fue efectivo. A ver si tiene algún otro truco para desequilibrar a Dinamarca.

El autor es técnico navarro de la Federación Española de Balonmano.