HELVETIA ANAITASUNA 30

GRANOLLERS 26


Helvetia Anaitasuna (15+15) Juan Bar (portero), Bazán (1), Ganuza (5), Aitor García (2), Aitor Albizu (3), Marco Moreno (2) y Bonanno (1) –siete inicial–. También jugaron Iñaki Martínez (portero), Edu Fernández (5), Gastón (3, 2p), Elustondo (4), Redondo (3, 1p) y Ortiz (1).

Fraikin BM Granollers (12+14) Roberto Rodríguez (portero), Torriani (2), Oriol Rey (1), Reguart (3), Ferrán Castillo (2), Sergi Franco (5, 3p) y Buzle (2) –siete inicial–. También jugaron Panitti (portero) (1), Iván Montoya (2), Amigó (2), Antonio García (5, 1p), Víctor Romero y Urdangarin (1).

Marcador cada cinco minutos 2-1, 4-3, 7-7, 10-9, 12-10, 15-12 (descanso); 18-14, 22-15, 24-18, 26-21, 27-22 y 30-26 (final).

Árbitros Alberto García Rodríguez (Andalucía) y José Manuel Iniesta Castillo- (Comunitat Valenciana). Excluyeron a Aitor Albizu, Ortiz, Edu Fernández y Bonanno, por los locales; y a Oriol Rey, Víctor Romero, Antonio García y Joan Amigó, por los visitantes

Pabellón Anaitasuna. Unos 900 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas del terremoto de Marruecos y por las de las inundaciones de Libia.


Con autoridad, trabajo, cabeza y más de una gota de sudor el Helvetia Anaitasuna se alzó este viernes con la primera victoria de la temporada y lo hizo en casa, en La Catedral. La afición navarra fue testigo de un 30-26 ante uno de los mejores equipos de la Liga Asobal, el Granollers, que quizás echó de menos en exceso a Faruk Yusuf a nivel ofensivo, si bien eso no resta ningún mérito al triunfo de los locales, que también arrastraban sus bajas. Entre ellas la de Marcos Cancio, que no se quiso perder el estreno en casa de los suyos.

Quique Domínguez apostó de inicio por el canterano Marco Moreno para dirigir el juego ofensivo de un Helvetia Anaitasuna que imprimió un ritmo altísimo desde que empezó a rodar el balón, sin contemplaciones, apostando por defender con fuerza y con corazón, y salir a correr. Sorprender a todo un Granollers no es nada fácil y había que hacerlo con velocidad y tenacidad. 

Moreno firmó las dos primeras dianas sobre la portería de Roberto Rodríguez –la segunda con un espectacular fly en conexión con Bonanno–, mientras que el Granollers tiraba del acierto desde los 7 metros de Sergi Franco para ir sumando goles

El Helvetia dominó de inicio el marcador, apoyándose en el juego ensayado: robar en defensa y correr. Ganuza ponía a la contra el 3-1 (m.7) después de que el capitán, Antonio Bazán, se dejase el alma en el suelo por recuperar el balón. 

Los de Antonio Rama no estaban dispuestos a dejar irse a los navarros en el choque y con Buzle ordenando en el ataque y marcando, al igual que Joan Amigó gracias a su velocidad, pronto se pusieron por delante por primera vez en el electrónico (4-5, m.10).

El partido se jugaba a un ritmo altísimo, con los dos equipos volcando todo su potencial sobre la pista. El atino de Edu Fernández, con dos disparos convertidos en gol, más Albizu recuperando en defensa y contraatacando, empezó a animar a un Anaitasuna que era capaz de aprovechar la exclusión de Víctor Romero para empezar a marcar distancias.

Con el 12-9 (m.23), el técnico del Granollers pedía tiempo muerto para buscar una solución. Pero el Helvetia estaba muy centrado, sabiendo de la importancia moral de sumar los dos primeros puntos y más en casa. Ortiz y Elustondo ampliaron la ventaja (14-10, m.27) y aunque Antonio García y Pablo Urdangarin redujeron la brecha, Ganuza colocaba el 15-12 con el que el encuentro se iba al descanso. No sin antes, no obstante, con el susto dado por Aitor García, que en una jugada de ataque acababa con la rodilla por los suelos y retirado en volandas al vestuario. Afortunadamente, el pivote navarro pudo volver.

El trabajo estaba encaminado, pero había que rematarlo. Y cuando el que está enfrente es un equipo con los galones del Granollers, no es nada fácil. Con todo, el Helvetia estaba empeñado en amarrar los dos puntos como fuera en La Catedral ante su público. Y para ello sufrió.

Juan Bar se activó en la segunda parte y eso ayudó, y mucho, a su equipo. Con paradas que acababan tranformándose en goles como los de Redondo o Albizu. Así, Anaitasuna pudo poner una renta de seis goles (20-14, m.36) que empezaba a poner nervioso a Rama. En esta dinámica, y con los locales enchufados en el ataque y listos en defensa, Ganuza ponía la máxima renta en el m.43 (24-17), de la que nadie se podía fiar, sin embargo, dada la entidad del rival.

Las intervenciones de Roberto Rodríguez alentaron al Granollers, que por medio de Torriani y Reguart reducían la distancia (25-21, m.48). El partido entró en un bucle de exclusiones, para unos y para otros, pero Anaitasuna no aflojó el ritmo. Siguió defendiendo, apoyándose en su ataque rápido y certero, y gracias a ello se llevó una victoria por todo lo alto.

DOMÍNGUEZ: "ESTOY ORGULLOSO Y CONTENTO"


Para Quique Domínguez, la victoria ante el Granollers supone “dos puntazos”. “Estoy orgulloso y contento por el resultado. Orgulloso por ellos, porque creo que hay muchas horas de trabajo ahí detrás y creo que el partido ha respondido a tanto trabajo y a tanta implicación de toda esta banda. Así que estoy muy feliz por ellos, porque después de tres partidos muy complicados tenemos ya dos puntos que nos refuerzan y nos dan optimismo para lo que viene”. No sólo se cuajó un excelente encuentro, sino que se hizo además contra todo un rival de entidad como es el vallesano: “Es un equipo muy serio, muy sólido, muy bien trabajado en todas sus facetas. Hemos tenido un nivel en algunos momentos muy alto. Quiero valorar al equipo en el trabajo defensivo y ser capaz de ganar con tanta autoridad a un conjunto tan bueno como es el Granollers”.