Los sindicatos CCOO, UGT, ELA y LAB exigen la negociación del primer convenio de cultura en Navarra que “dignifique” las condiciones laborales de los trabajadores del sector, que han cifrado en más de 1.000 personas, y que “garantice el futuro del conjunto de la actividad cultural y de ocio de la Comunidad Foral”. Asimismo, anuncian que próximamente convocarán una asamblea para tomar decisiones y, si así se vota, llevar a cabo acciones para “visibilizar la situación y que estamos en un proceso de lucha por nuestros derechos”.

Representantes de estos sindicatos se concentraron el jueves 1 de diciembre en la entrada del departamento de Cultura del Gobierno de Navarra, donde desplegaron una pancarta con el lema Ocio y cultura por nuestro convenio. En concreto, estas reivindicaciones afectan a empleados/as de las empresas de servicios culturales. Es decir, desde al director de un espacio cultural, hasta a quien se encarga de los accesos a esos mismos espacios o a quien vende las entradas o diseña las programaciones. Las/os trabajadoras/es artísticos funcionan de otra manera, con contrataciones puntuales, casi siempre como autónomos/as.

Plataforma unificada

Maialen García, delegada de CCOO, ha sido la encargada de leer en castellano un comunicado en el que explicó que el pasado 3 de febrero se constituyó la mesa de negociación, integrada por la patronal y por las/os representantes de las/os trabajadoras/es. Por parte de la patronal comparecieron responsables de las tres empresas que conforman la Asociación de Empresas Anima Sedena, la mayoritaria; Kaizen, dedicada a gestionar espacios y actividades de educación medioambiental, y El Cubo Blanco. Además, y aunque no están en la mesa de negociación, “el convenio afectaría a empresas como Magna, Guiarte, La Bola y otras”. Por parte de las/os trabajadoras/as, acudieron delegadas/os de los cuatro sindicatos citados, que desde el principio presentaron “una plataforma unificada”. Sin embargo, según estos/as representantes, “tras varios meses de reuniones, la patronal se ha mantenido en un absoluto inmovilismo y ha demostrado una nula voluntad negociadora para llegar a un acuerdo”.

En ese sentido, los cuatro sindicatos han acusado a la patronal de presentar “propuestas totalmente alejadas de las reivindicaciones de la parte social” y de “la realidad de la mayoría de los trabajadores y las trabajadoras del sector en Navarra”. Y han considerado que es “imprescindible contar de una vez por todas con el primer convenio colectivo, con el objetivo de poder garantizar a las personas trabajadoras del sector en empresas privadas unas condiciones laborales dignas”. Al respecto, han reclamado “salarios dignos para el sector, con incrementos salariales vinculados al IPC durante toda la vigencia del convenio”. Igualmente, demandan “la reducción paulatina de la jornada laboral anual –en estos momentos una de las más largas del mercado laboral, “con mañanas, tardes, noches y fines de semana”–; la definición de las funciones de cada puesto y categoría en consonancia con la realidad del sector en Navarra, y establecer complementos por incapacidad temporal”, entre otros aspectos.

Para las cuatro organizaciones, es necesario “contar con un marco jurídico que regule las condiciones de trabajo en el sector y de obligado cumplimiento para todas las empresas privadas, al mismo tiempo que vincule a todas las administraciones públicas en el desarrollo de sus actividades culturales, y en la redacción de pliegos y licitaciones en lo concerniente a contratos públicos”. Así como “establecer unas garantías específicas para los profesionales del sector, con independencia de la naturaleza pública o privada de las entidades que ofrezcan y gestionen la actividad cultural”. 

Álava, la referencia

Al margen del comunicado, las/os representantes de las/os trabajadoras/os de estos servicios culturales insistieron en su reivindicación de acercar las condiciones socioeconómicas “a la realidad de Navarra”. “Hasta ahora, las personas que se dedican a este sector aquí estaban reguladas por un convenio estatal de ocio y cultura cuyas condiciones se alejan mucho de la realidad de la comunidad”. Por eso, su referencia es el convenio que existe en Álava, cuyo contexto “es similar” al del territorio foral. 

Papel de la Administración

“Desde el inicio de la negociación partíamos con una única tabla salarial para mejorar la situación del sector en Navarra, pero la patronal nos remite a unas tablas conformadas a partir de prácticamente el Salario Mínimo Interprofesional, ajenas a la realidad en la que esas mismas empresas están trabajando todos los días”, indicó Montxo Gómez, delegado de ELA. “Muchas veces estos años se ha hablado de dignificar la cultura, incluso se ha aprobado una Ley de Derechos Culturales y se ha anunciado que se va a crear una Ley de Profesiones de la Cultura, que todavía está en la fase de los análisis por subsectores, pero luego las personas que trabajan en ella se encuentran en esta situación de precariedad”, con sueldos que, según dijeron, no se actualizan desde hace años. Y algunas, con jornadas del 20%, por horas o incluso contratadas como “falsas fijas discontinuas, ya que trabajan todo el curso escolar”.

Así las cosas, desde los cuatro sindicatos piden que la Administración que aboga en público por esta dignificación de la cultura se implique en este proceso de negociación. No en vano, el 90% de los contratos de servicios culturales que se adjudican a las empresas que conforman la patronal proceden de instituciones públicas, y el resto casi también, ya que son encomiendas de fundaciones que en gran medida están participadas por la Administración. “Entendemos que es muy importante que se involucre dado la parálisis en la que estamos ahora respecto al convenio”, subrayan.