Si se da voz a las mujeres, la Historia cambia. Porque no se les ha preguntado, no se les ha permitido que se cuenten, que relaten sus vivencias y experiencias. No se han visibilizado sus logros ni las violencias que han sufrido. La mitad de la población ha sido silenciada, y por lo tanto la Historia que se nos ha transmitido es solo la de una parte de la humanidad.

Contribuir a cambiar esto es el reto que se ha marcado Kati Leatxe, gestora cultural al frente de Karekin Kultura. Vecina de Aoiz, donde tiene la sede su empresa, ha impulsado el proyecto Ritual 2023. Patrimonio y relato feminista del Prepirineo, con el que ha dado voz a las mujeres de los territorios y valles de esta zona de Navarra colocando sus experiencias y sus relatos en el centro. Construyendo memoria a partir de ellas.

LOS SILENCIOS, EL MOTOR

El proyecto, que ha sido apoyado por la edición de 2022 del Programa Innova que impulsan Fundación Caja Navarra y Fundación la Caixa, tiene como objetivo “generar debate en el mundo de la recogida de Patrimonio Inmaterial e incidir en que las nuevas recogidas de patrimonio oral tengan perspectiva de género”.

Así lo ha explicado este jueves Kati Leatxe en la presentación que ha acogido Civican del proyecto, que ha contado con la experta en género y docente de la UPNA Rut Iturbide en la dirección en investigación, y con la diseñadora e ilustradora de Aoiz Estitxu Larrea. Además, la ilustradora pamplonesa Myriam Cameros y la cineasta de Lakabe Maddi Barber han participado en la iniciativa impartiendo talleres artísticos a mujeres del Prepirineo.

Los silencios que Kati Leatxe percibía de parte de muchas personas de territorios cercanos a su valle en procesos de recopilación de patrimonio oral fueron el motor de Ritual 2023. “Sentía que había cosas que no se contaban, que había historias difíciles que querían ocultar. Y me preocupaban principalmente los silencios de las mujeres”, dice la gestora cultural.

'Ritual 2023' hace memoria partiendo de los relatos de las mujeres. Karekin Kultura

Inició así la investigación junto con Rut Iturbide y con el apoyo de las entidades locales de Oroz Betelu, Valles de Arce, Lónguida, Urraúl Bajo, Urraúl Alto, Romanzado, Lizoáin-Arriasgoiti y las localidades de Lumbier y de Aoiz. Ayuntamientos muchos de ellos “muy pequeños, con grandes retos de despoblación y no acostumbrados a proyectos que no sean tangibles”, y cuya implicación “es de agradecer”, resaltan las impulsoras de Ritual 2023, proyecto que culminará el 2 de septiembre con la celebración de un festival comunitario al aire libre en la localidad de Zandueta (Valle de Arce-Artzibar).

ENTREVISTAS A DOCE MUJERES

Doce mujeres de entre 63 y 99 años de territorios del Prepirineo navarro han participado en las entrevistas que se han llevado a cabo en el marco de Ritual 2023. Patrimonio y relato feminista del Prepirineo. “Mujeres que reflejan una diversidad en cuanto a clase social, nivel de estudios, estado civil, diversidad también en cuanto a si son madres o no...”, apunta Rut Iturbide sobre esta investigación que cuestiona el proceso de patrimonialización que se ha llevado a cabo hasta la actualidad, siempre desde un punto de vista androcentrista y en el que han quedado “muchos huecos”, grandes y graves.

“Queremos incidir en que las recogidas de patrimonio oral tengan perspectiva de género”

Kati Leatxe Aristu - Gestora cultural, directora del proyecto 'Ritual 2023'

Porque “las aportaciones de las mujeres han sido desvalorizadas, se ha considerado que no merecían ser recogidas. Y resulta sorprendente que no conozcamos los nombres de mujeres que en su día consiguieron la igualdad salarial en su militancia sindical en ámbitos como el de las cárnicas en Navarra, y que tuvieron mucho que ver en procesos transformadores de la comunidad. No tenemos referencias de estas mujeres. Si no preguntamos sobre estas historias, no las vamos a encontrar. Y si no entrevistamos ahora a estas mujeres, que ya son mayores, sus relatos se pierden”, destaca Rut Iturbide.

La investigación que han llevado a cabo, y que ha sido apoyada por Mari Cruz Lerga, socióloga y autora del trabajo fin máster Proceso de patrimonialización de la violencia contra las mujeres, impulso y elaboración de un modelo de recogida patrimonial con perspectiva de género (UNED, 2023), ha revelado curiosidades como que la tradición del matatxerri dependía de la menstruación. “Ese proceso en el que el personaje principal siempre ha sido el hombre del cuchillo, en realidad tenía otras protagonistas. Una de las mujeres entrevistadas lo cuenta así: No se podía hacer ni morcillas, ni mucho menos los chorizos y las longanizas cuando tenías la regla. Mi madre me decía: estás con la regla, tú no te arrimes aquí. Y como ya sabía cuándo yo la iba a tener, ella decidía cuándo matar al cerdo para poder ayudarle y que no se enterara nadie. O sea, dependía el matatxerri de la regla. Esta idea jamás ha aparecido en los relatos patrimoniales”, afirma Iturbide, resaltando que “cuando preguntamos a las mujeres sobre algunas cosas, descubrimos que la Historia cambia, porque hemos olvidado, y peor aún, invisibilizado, lo que la mitad de la población tenía que contar”.

Imagen del taller de relatorías que puso en contacto a mujeres del Prepirineo con la cineasta Maddi Barber. Karekin Kultura

VIOLENCIAS, RELACIONES DE PODER

En los relatos –sin nombres ni apellidos, porque se ha garantizado el anonimato a las entrevistadas–, las mujeres participantes en esta investigación han hablado también de las relaciones de poder asociadas al control familiar y social, ejercidas en la Iglesia y en comunidad; de la segregación de espacios, cómo las mujeres no podían entrar en la taberna, o la división por sexo en el trabajo. “Lo que sí nos han dicho es que las mujeres trabajaban como mulas; dentro de casa y muchas veces además fuera, en tareas agrícolas y ganaderas”, dice la experta en género y profesora en la UPNA.

“Preguntando a las mujeres sobre algunas cosas, descubrimos que la Historia cambia”

Ruti Iturbide Rodrigo - Investigadora experta en género

Arquetipos como “la lesbiana, la soltera, la querida, la fresca o la bruja, y el alto precio que se pagaba por no estar sujetas a las figuras femeninas tradicionales”, también se han abordado en la investigación, en la que una parte importante está marcada por el silencio hacia las violencias. Experiencias de sufrimiento y trauma silenciadas en muchos casos durante toda una vida.

“Hemos encontrado todo tipo de violencias, desde matrimonios concertados a violencia social, económica, obstétrica y muchísima violencia sexual por parte de maridos, familiares, curas, profesores o compañeros de clase, que se daba en los bailes, en las fuentes, en los trabajos remunerados, en el caso de las mujeres que iban a servir, por ejemplo; o en las labores domésticas. Y una de las violencias sexuales que nunca se había recogido en procesos patrimoniales es la violencia sexual en la noche de bodas; hay muchos relatos de violaciones, porque se entendía que mantener relaciones sexuales era algo de obligado cumplimiento y los hombres entendían que era su derecho dentro de la institución matrimonial”, dice Rut Iturbide.

TALLERES Y EL FESTIVAL: UN RITUAL DE REPARACIÓN

Junto con las entrevistas, el proyecto Ritual 2023 ha contemplado talleres de Relatorías artísticas culturales de la mano de Myriam Cameros y Maddi Barber, en los que las mujeres participantes han trabajado mediante dibujos, ilustraciones y filmaciones “la artista que todas llevamos dentro”.

Y el colofón será el festival comunitario que se celebrará el 2 de septiembre en Zandueta (Valle de Arce-Artzibar). “Allí presentaremos los resultados de la investigación, celebraremos la vida y nos lo pasaremos bien”, dice Kati Leatxe, convencida de que “las vivencias de estas mujeres son también las nuestras y es importante que las nuevas generaciones las conozcan, porque todavía hay mucho que avanzar en cuanto a igualdad de género”.