El sueño de Robot y Dog no termina. La película de animación de Pablo Berger vivirá este 10 de marzo en Los Ángeles su noche de nominación al Oscar a Mejor Película de Animación, todo un hito para esta bella adaptación de la novela gráfica de Sara Varon y una culminación del exitoso recorrido que está teniendo desde que se estrenó.

Y Pamplona tiene mucho que ver en este sueño. La historia de amistad entre un perro y un robot ambientada en el Nueva York de los 80, una época que vive en la nostalgia y que tanto se disfruta en esta película libre de la omnipresencia de Internet, las redes y los teléfonos móviles, se produjo en parte en la capital navarra, en el estudio de animación Loquiz Films que se ubicó en el número 30 bis de Pío XII, en las inmediaciones del parque Yamaguchi. Allí, 35 profesionales trabajaron físicamente –y otra veintena en remoto– en la animación y la fase final de esta película que cautiva a públicos de todas las edades. Los incentivos fiscales navarros motivaron la creación de este estudio en Pamplona de la mano de la navarra Maite Miqueo, que ya hacía diez años que trabajaba en Arcadia, la productora madre de Robot Dreams.

Fotograma de la película de Pablo Berger, con los amigos Dog y Robot patinando por el Nueva York de los años 80.

Con el guion de Pablo Berger y los derechos sobre la novela gráfica en mano, y una vez conseguida la financiación, se pusieron en marcha los dos estudios, uno en Madrid y otro en Pamplona. En ese momento postpandemia, Miqueo volvió a su tierra para empezar a alumbrar la animación de este proyecto en una oficina alquilada y convertida en estudio de animación coordinado por Josefina Maggiotto. En octubre de 2021 se inició el trabajo desde la capital navarra para Robot Dreams, que se prolongó hasta febrero de 2022. “Lo que se hizo aquí fue la fase de animación, es decir, dar movimiento a la película. Se montó un estudio de unos cuarenta animadores y animadoras, entre algunos profesionales de Navarra y otros de fuera, de distintas parte del Estado y de otros países como Francia, fue un equipo bastante internacional, nos comunicábamos en inglés; y se etablecieron ahí los distintos departamentos, de dibujo, color, composición, incluidos los efectos especiales como la lluvia... Aquí se dio la imagen final a la película”, cuenta Miqueo, apuntando que en el estudio de Madrid se realizó la parte de preproducción, el storyboard, el diseño de arte, de personajes y de escenarios; y en Barcelona se hicieron las fases de diseño de desarrollo, financiación, diseño de sonido y composición musical.

“Producir la película en dos estudios separados fue un reto, se hizo un gran trabajo y lo conseguimos”

Marta Busqueta - Production manager de ‘Robot Dreams’

Para Maite Miqueo, el mayor reto de todo el proceso fue “terminar la película en tiempos para poder enseñarla al comité de Selección de Cannes, a principios de 2023. El trabajo de animación fue muy meticuloso y casi artesanal, como decía Pablo Berger. Cada plano se cuidaba en todos sus detalles, y eso hacía que el trabajo en ocasiones se ralentizara. Pero conforme se acercaba la fecha, hubo una inyección de animadores que se sumaron al equipo para avanzar más rápido y terminar a tiempo”, cuenta.

Tras triunfar en Cannes y sumar premios en el Festival de Annecy, los Feroz, Forqué, Gaudí, los Premios del Cine Europeo, los Goya, en Sitges y los Premios Annie, la mirada está puesta en los Oscar. “Es como un sueño, esta nominación se considera la meta del cine”, destaca Maite Miqueo, quien viajará con parte del equipo a Los Ángeles para seguir la gala de los premios de la Academia de Hollywood desde el Restaurante Teleferic en una fiesta que organiza Egeda US en colaboración con el ICAA y en la que estarán representantes del Gobierno foral, de NICDO y del CLAVNA.

El estudio de Pamplona y un equipo que hizo ‘piña’

En el equipo de animación que trabajó desde Pamplona en Robot Dreams se encontraba, como Jefa de Producción, Marta Busqueta. Esta profesional natural de Barcelona llegó a la capital navarra con este proyecto y aquí sigue afincada, trabajando en la actualidad en remoto para varias producciones, entre ellas Tadeo Jones 4.

En el estudio de Loquiz Films, cada animador disponía de su tablet para dibujar. “La animación de Robot Dreams es en un estilo tradicional, aunque sea digital se dibujaban todas las animaciones frame a frame, y también aquí en Pamplona había un gran equipo que luego limpiaba esa línea, porque las primeras animaciones son muy en boceto, y el equipo de Clean up y Color limpiaba esas líneas de animación y coloreaba todos los planos por ordenador. Y por supuesto la Composición dio el toque mágico final a todo”, dice Busqueta.

“En esta animación se ha puesto mucho cariño, se ha rescatado el trabajo artesanal”

Patricia Andrades - Supervisora de Composición de ‘Robot Dreams’

Para ella, el mayor reto del proceso de producción fue “tener la película dividida en dos comunidades, Madrid y Pamplona”. “La comunicación entre los dos estudios fue un reto, al director lo teníamos menos presente en Pamplona, aunque siempre estaba muy dispuesto a hablar con el equipo, y yo tuve que viajar mucho a Madrid, eso fue un poquito duro. Aun con esa complicación, se hizo un gran trabajo, fuimos encontrando soluciones poco a poco y lo conseguimos”, dice, asegurando que “el equipo de Pamplona hizo piña, la gente recuerda con nostalgia esa experiencia y me escriben a día de hoy diciéndome que echan de menos Pamplona”.

En cuanto al exitoso recorrido que está teniendo la película, Busqueta reconoce que “hay un momento en que casi no te lo crees... estamos al lado de los más grandes. Voy a viajar a Los Ángeles, con Maite (Miqueo) y parte del equipo, y estamos todos muy ilusionados. Que una película de animación española tenga un reconocimiento en los Oscar es increíble”, asegura esta profesional, valorando que “cada vez se está haciendo más contenido audiovisual de animación para adultos, y el público lo va recibiendo más como películas que tienen historia. Robot Dreams la puedes ver con tus peques pero tiene mucho detrás”.

Patricia Andrades, natural de Málaga, también se ha asentado en Pamplona a raíz de su trabajo como supervisora del departamento de Composición en Robot Dreams. “Después de estar cinco o seis años viajando con mi familia por todo el mundo, viviendo en Canadá, Irlanda, Malta..., allí donde los proyectos nos requerían, llegué a Pamplona con la película de Pablo Berger, conocí la ciudad y me quedé a vivir, incluso nos hemos comprado una casa aquí, mi pareja también se dedica al mundo de la Composición y estamos intentando trabajar en remoto desde aquí”, cuenta.

“Desde Cannes estamos como en un sueño, esta nominación al Oscar se considera la meta del cine”

Maite Miqueo - Productora de Arcadia Motion Pictures

Para Andrades, la experiencia en Robot Dreams, que ha supuesto su debut como Supervisora de Composición, ha resultado “un crecimiento enorme, profesional y personal”, que está siendo “más emocionante” si cabe por el recorrido que está teniendo el filme. “Que tu primera supervisión tenga este alcance es increíble. Tuve la enorme suerte de contar con la confianza absoluta de Pablo y de producción, a pesar de ser mi primera experiencia; me permitieron tener mucha libertad a la hora de crear y he podido ofrecer mucho de mí misma; y eso hace que todo sea como un sueño, desde que empezó hasta todavía, que soñamos con el Oscar”, asegura.

La de Composición es la última fase del proceso de producción, en la que se da el acabado final a la película. “Nos llega el material que se ha ido generando en otros departamentos y nuestra misión es unir todas esas piezas, todos esos elementos aislados que han creado los animadores, y lograr una pieza única y atractiva. Contar la historia de una manera convincente, para que el espectador se meta en ella”, cuenta Andrades. Este trabajo se hizo con el software Toon boom harmony, el mismo que usaron los animadores.

Patricia coincide con Marta en que el mayor reto fue “producir la película en dos estudios separados. Yo tenía que tener mucho contacto con Dirección y con Arte, y las reuniones virtuales te sabían a poco, a veces necesitabas poder trabajar codo con codo. Así que cada equis tiempo, cada vez más frecuentemente, tenía que bajar a Madrid, porque aunque las tecnologías te faciliten el trabajo en remoto, muchas veces necesitabas ese contacto físico, esas miradas que ayudan a resolver cuestiones...”, cuenta.

La estética del cómic de Sara Varon está en la esencia de la película, “Pablo tenía muy claro que quería que así fuese –explica Andrades–, que la Composición siempre fuera muy 2D, que no hubiese elementos 3D ni nada que te hiciese perder esa dimensión en 2D que tiene la hoja de un cómic; por eso en la peli es todo muy plano, no hay nada que te indique una tridimensionalidad”. En su opinión, ese respeto a la esencia original de la novela gráfica es también “lo que hace muy especial a la película: el hecho de haber rescatado ese trabajo como de orfebre, tan artesanal, porque al final el artista ha trabajado en plano frame a frame, poniéndole mucho cariño, mucho amor, y yo creo que eso se transmite en cada plano”.

La supervisora de Composición vivirá la gala de los Oscar a distancia, desde Pamplona: “El proyecto en el que trabajo ahora no me permite viajar”. Pero en su “emoción” e “ilusión” estará con el equipo que viaje allá, y con la otra parte que se queda... Con todos, en este sueño colectivo que siempre tendrá a Pamplona entre sus gratos recuerdos.