Osasuna ya dio frente al Getafe el primer paso para demostrar y demostrarse que la Liga se ha quedado no sólo como único objetivo, sino, también como único estímulo para hacer las cosas bien. Hubo nervios en algún momento que llevaron al empate en un partido con ventaja de dos goles, pero también determinación y empuje, que es lo que pasó en el gol de Areso, para quedarse los puntos y ganar. Otro de los objetivos para lo que queda de Liga, que es mucho, es encontrar por fin la buena onda en el juego, porque el equipo de Arrasate está completando una temporada gris en cuanto a las prestaciones de los futbolistas, cosa que agranda todavía más la importancia de los 25 puntos con los que se cuenta en la clasificación. A nada que Osasuna mejore un poco, esta segunda vuelta del curso quizás permita agarrarse a alguna emoción nueva.

Osasuna tiene un partido muy difícil frente al Sevilla porque el equipo andaluz se encuentra en un estado de absoluta necesidad –a un punto del descenso– y ello va a complicar para todo el mundo el escenario. Va a haber presión para el Sevilla, también para Osasuna y para el árbitro, además de nervios a flor de piel en el ambiente que, en el caso de los rojillos, habrá que saber utilizar para que lleguen a tener un efecto desequilibrador en el rival. Osasuna, por encima de todo, deberá mejorar su rendimiento fuera, otra de las facetas en las que no anda tampoco fino desde hace un tiempo –el último triunfo fue en Vitoria frente al Alavés (0-2), el 1 de octubre–. El Sevilla llega de la eliminación de la Copa, una competición que en absoluto le interesaba porque no está para aventuras suplementarias, pero ello siempre pica en el amor propio y habrá motivación añadida para este grande metido en apuros.

Arrasate dispone de mucho personal que gestionar –sólo el Chimy se ha quedado en Pamplona, lesionado–, aunque el calendario, con la disputa el miércoles del partido aplazado frente al Barcelona en el estadio Olímpico, le va a ayudar en la toma de decisiones por aquello de las rotaciones y la administración de la carga de trabajo para los jugadores. Por lo apuntado por el entrenador, Osasuna presentará una disposición táctica similar a la del partido del Getafe, porque con cinco hombres atrás algún jugador anduvo más cubierto, y tampoco fue malo el despliegue en ataque –Arrasate defendió que es un sistema para proponer también–. Eso sí, nombres nuevos pueden encajar en esa táctica para buscar con otros perfiles una victoria. El retorno de Areso es seguro para la banda derecha, como quizás también la inclusión de Arnaiz junto a Budimir en la delantera, dúo que no ha funcionado mal.

El Sevilla necesita la victoria para escapar del descenso de una vez y dejar la angustia por el camino. Como el conjunto andaluz es un coladero, Quique, el tercer entrenador del curso, probablemente siga fortaleciendo su defensa y mantenga su sistema de 5-3-2, con el noruego Nyland de nuevo en la portería. El fútbol físico de hombres como Soumaré y Sow estará en el centro del campo, mientras que Isaac Romero, la perla local, es la esperanza arriba. Toca sufrir.

LOS DATOS

Dos partidos seguidos fuera: Osasuna juega esta tarde en Sevilla y el miércoles lo hace en Barcelona el encuentro aplazado por la Supercopa.

Rakitic se va: El internacional no está en la lista de 22 del Sevilla porque negocia su salida al Al Shabab Saudí.

Goleados: El Sevilla es el cuarto equipo de Primera con más goles en contra, 46. En casa, en once partidos, ha encajado 18.

LA CIFRA

9 puntos de diferencia: Son los que lleva Osasuna al Sevilla en la clasificación.