Varios directivos de Twitter han abandonado la compañía en las últimas horas, en lo que parece una muestra de descontento con las políticas de su nuevo propietario, Elon Musk, quien por su parte ha comunicado a todo el personal que debe volver a la oficina y poner fin al teletrabajo.

La jefa del departamento de seguridad de la información, Lea Kissner, en el cargo desde abril de 2021, ha tuiteado este jueves que ha tomado "la difícil decisión de dejar Twitter", pero no expone sus razones.

Según medios como The New York Times o Forbes, hay más directivos de la unidad de privacidad y seguridad que se suman a las deserciones, y ambos citan los nombres de Damien Kieran, director de privacidad y Marianne Fogarty, jefa de conformidad ("compliance"), esta última una de las "veteranas" de Twitter, donde llegó en 2015.

Precisamente las cuestiones de privacidad y seguridad de los usuarios han estado siempre en el punto de mira en Twitter, sobre todo después de que el exjefe de seguridad de la compañía, Peiter "Mudge" Zatko, denunciara (y luego declarase ante el Senado en Washington) que los datos los usuarios estaban en manos de demasiadas personas y eso suponía una amenaza incluso para la seguridad nacional.

FIN DEL TELETRABAJO

Las renuncias de estos directivos no guardan aparentemente relación con la última orden dada por Musk a los trabajadores de la empresa de que retornen a sus oficinas y pongan fin al teletrabajo, una instrucción que centra el primer mensaje escrito de Musk a sus empleados y del que hoy se hace eco la prensa económica.

Tras una introducción en la que insiste en que "el panorama económico es alarmante para compañías como la nuestra" y que "el camino es arduo", les anuncia que el teletrabajo "ya no se permite excepto si presentas una excepción muy específica" y añade que él personalmente revisará esas excepciones.

La vuelta de los trabajadores a las oficinas desde este mismo jueves se va a traducir en 40 horas semanales "como mínimo" salvo un impedimento físico de desplazamiento.

Twitter fue precisamente una de las compañías más flexibles con el teletrabajo desde la pandemia del coronavirus: en mayo de 2020, el entonces director ejecutivo y cofundador de Twitter, Jack Dorsey, dijo a los empleados que podían optar "para siempre" por el teletrabajo, algo que ahora revierte Musk.

El magnate, considerado el hombre más rico del mundo, dijo el pasado viernes que Twitter perdía cuatro millones de dólares al día y que por ello "no tenía más remedio" que proceder a despidos masivos, que han afectado, según varios medios, a prácticamente la mitad de su plantilla de unas 7.500 personas en todo el mundo.