Más de 60 ayuntamientos de Navarra detectan daños por las lluvias torrenciales

El Servicio de Infraestructuras Agrarias está cotejando esas afecciones. “La voluntad del Gobierno de Navarra es aprobar una Orden Foral que defina qué ámbitos han padecido estas situaciones y establecer una línea de ayudas”, detalla el consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José Mª Aierdi.

No son zonas catastróficas

En un principio se valoró la posibilidad de que el Estado pudiera declarar estos municipios como zonas gravemente afectadas por una emergencia de protección civil –lo que anteriormente se conocía como zona catastrófica–, para de esta forma beneficiarse de ayudas procedentes del Gobierno de España.

Sin embargo, el Ejecutivo navarro tuvo que descartar esta opción porque no se cumplían los requisitos exigidos por el Estado para obtener esta calificación. Esta circunstancia ha llevado al Gobierno de Navarra a actuar y preparar una línea propia para apoyar el arreglo de los desperfectos.

La tipología

El pasado verano estos fenómenos meteorológicos provocaron diferentes daños: los ocasionados en infraestructuras agrarias (como canales, elementos de riego, etc), que van a suponer esa línea de ayudas de cuatro millones; aquellos producidos en bienes particulares, como viviendas o vehículos (que deben contar, en un principio, con seguro de hogar y coche): los detectados en infraestructuras públicas, por ejemplo calles o inmobiliario urbano (que depende de Administración Local del departamentos de Cohesión Territorial); y los siniestros en los cultivos (Agroseguro debe abonar los daños en estos últimos en el caso de que estén protegidos por esta cobertura).

Aierdi insiste en que “lo asegurable no es indemnizable”. Por eso, reitera la importancia de que las personas agricultoras y ganaderas aseguren sus cultivos. “En Navarra, el porcentaje de seguro en el campo es muy alto, aunque luego agricultores y ganaderos discutan la cantidad que perciben como indemnización”, aclara.

El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente aconseja a los profesionales del sector la necesidad de asegurar sus fincas y ganados ante la repetición de este tipo de episodios de lluvias torrenciales. “El seguro es un elemento fundamental para esta actividad”, manifiesta. Y para ello se basa en datos: “Agroseguro abonó por siniestros 12 millones de euros en Navarra en 2022; y en cambio, este año estima que las indemnizaciones ascenderán al récord de 30 millones, principalmente en cereal”. 

Cinco millones para las pólizas

El departamento de Desarrollo Rural ha incrementado la partida que aporta a la póliza para que el coste del seguro sea menor para las personas agricultoras y ganaderas. En 2023 destinó, en un principio, 3,6 millones. Pero en septiembre, amplió la cantidad a los cuatro millones; y en 2024 prevé cinco millones. 

Vuelco en el porcentaje

Tanto el Estado como el Gobierno de Navarra apoyan a agricultores y ganaderos en el abono de la póliza del seguro. “Hasta el año 2022, la aportación del Estado y de Navarra representaba el 45% de la póliza; y el agricultor o ganadero tenía que poner el 55% restante. En cambio, el porcentaje ha dado la vuelta, ya que las Administraciones suponen un 53% aproximadamente”, especifica Aierdi. 

Como ejemplo, este mismo año, debido a la sequía previa a estas lluvias torrenciales, el Estado aprobó una serie de ayudas al sector primario para paliar las consecuencias negativas de la falta de agua, y una de las medidas consistía en incentivar la contratación de seguros por parte del sector. El Real Decreto en cuestión permitió destinar a Navarra 1,3 millones para completar las ayudas al coste de la contratación de Agroseguro hasta el máximo permitido por la Unión Europea, que asciende al 70%. De esta forma, debido a la sequía, el agricultor tenía que hacer frente a un 30% del coste de la póliza en vez de a un 40% que tenía hasta entonces.