Desde los doce años, Joxean Etxeberria Osakar ha presenciado en las plazas de los pueblos las actuaciones de su padre Félix con el hacha como aizkolari. Heredó las habilidades de su progenitor y a sus 28 años compite, aunque resulta difícil dedicarse a este deporte rural como profesión. “Una vez que termino de trabajar a las seis de la tarde, entreno unas horas”, ha detallado.

Joxean disfruta hablando de su faceta de aizkolari que ahora va a combinar con otra etapa que comienza. Ha decidido continuar con el negocio familiar, una explotación ganadera en Ziga, un pueblo de Baztan, a unos 50 kilómetros de Pamplona.

Este joven, que hasta ahora ha trabajado en fábrica y desde hace dos años y medio como administrativo, ha participado en el curso de INTIA para la primera instalación de jóvenes agricultores y ganaderos.

El hotel Don Carlos en Huarte ha acogido la entrega de diplomas a la que han acudido los 26 participantes, entre los que se encontraba Joxean. “Hemos aprendido diferentes materias. Nos han enseñado cuestiones como gestión o innovación”, ha manifestado.

Entre su hermana y él

Joxean siempre ha vivido en Ziga y su madre María Teresa ha dirigido la granja de vacas pirenaicas, destinadas a carne, durante cuatro décadas. Su padre siempre le ha ayudado en esta tarea, aunque ha desarrollado su actividad como trabajador por cuenta ajena en una fundición.

María Teresa se jubila ahora y por eso surgió un dilema. ¿Quién va a continuar con el negocio familiar? Joxean y su hermana eran los candidatos, pero finalmente ella se descartó y el relevo generacional ha quedado en sus manos.

Actualmente cuentan con 30 vacas, ocho novillas y dos toros en la granja. “Vendemos la carne a mayoristas”, ha recalcado.

Joxean ha colaborado siempre en la explotación, “aunque el que ha ayudado en todo momento a María Teresa ha sido Félix”. Sin embargo, como ahora toca la etapa de jubilación para los progenitores, se va a poner al frente y se va a transformar en su propio jefe. “Voy a pasar de ser empleado de una empresa a organizarme cada jornada. El trabajo abarca toda la semana, pero aunque el domingo tenga que atender a las vacas, lo haré a mi ritmo”, ha indicado.

“Al lado de la familia”

Este ganadero valora que va a desarrollar su actividad “junto a la familia” y en el pueblo. “Va a ser un trabajo bonito”, ha reiterado.

Joxean ha apostado por continuar en su localidad, de unos 150 habitantes. Es consciente de la carencia de servicios y de la necesidad de contar con ellos para mantener “un mundo rural vivo”, como ha expresado el consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José Mari Aierdi, durante su intervención en la clausura del curso.

“No todo puede ir a la misma velocidad, los avances primero llegarán a las ciudades y luego a los pueblos, y primero a aquellos de mayor población”, ha señalado. Por ello ha subrayado que no es lo mismo que “una persona de 80 años viva en un municipio pequeño que en una ciudad”.