El Canal de Navarra ha cambiado el paisaje de la Zona Media, modificando cultivos y propiciando cierta concentración de la propiedad agraria. 60 kilómetros al sur de Tafalla, en Corella, siguen esperando a que se active una segunda fase que debe transportar, mediante una tubería el agua de Itoiz hasta la muga con Aragón y La Rioja. “Sería muy importante para nosotros”, reconoce Gorka García, alcalde de Corella, municipio donde en el último año se han creado 214 empleos y que en la última década suma 1.192 nuevos puestos de trabajo. Es una de las localidades de Navarra que más avanza en este sentido.

Lo cierto es, sin embargo, que partía también del punto más bajo posible.La zona del Alhama quedó muy dañada durante la crisis de 2008-2013. La proliferación de empresas de construcción la había hecho crecer en la primera década del siglo, pero el estallido de la burbuja se llevó por delante 42 de cada 100 puestos de trabajo que existían en 2007. Se convirtió en el municipio con mayor desempleo y con mayor porcentaje de población en riesgo de pobreza.  

Con un nuevo equipo municipal desde 2015, el objetivo ha sido siempre “crear empleo de calidad”, explica Gorka García, quien destaca la apuesta que por la localidad han hecho empresas de enorme tradición en el pueblo, como ZF, Única y Sic Lazaro –“siguieron invirtiendo cuando la cosa estaba mal”, recuerda–, así como las nuevas implantaciones de CAF e Iparlat, que han supuesto la generación de decenas de puestos de trabajo. Para esta última empresa, dedicada no solo a la leche sino a otro tipo de bebidas, la llegada de agua del canal puede ser fundamental para potenciar su ya relevante actividad.

“Pero ahora mismo el grueso de la creación de empleo se corresponde con la instalación de parques eólicos y solares, instalaciones que en el momento de la construcción tienen mucha capacidad de generación de empleo, pero que, una vez puestos en marcha, generan ingresos recurrentes a los ayuntamientos, pero necesitan mucha menos mano de obra.

Por eso, a medio plazo, el Ayuntamiento de Corella tiene como objetivo ampliar el suelo industrial disponible, desarrollando el conocido como polígono de Cuatro Caminos, y convertirse en un punto de referencia para la logística, una de las actividades que más está creciendo en todo el valle del Ebro, con Zaragoza como gran referencia. “Queremos posicionarnos ahí, con empleo de calidad”, añade García.

Ribaforada quiere más empresas

La Ribera crece en empleo y en población, con un aumento en el número de censados que no siempre se corresponde con la realidad, advierten desde algunos ayuntamientos. Y no todas los municipios crean empleo a la misma velocidad, admite Tirso Calvo, alcalde de Ribaforada, otra localidad que está tratando de modificar su plan urbanístico para lograr más suelo industrial.

“Ahora mismo no tenemos suelo disponible, queremos ampliar el polígono de San Pancracio”, dice el alcalde, quien destaca la ampliación acometida por Aspil (Apex), la compra de terrenos ya ejecutada por una empresa para ubicar un centro tecnológico y el nuevo hotel Valcarce del área del servicio de la autopista.