Por debajo del PSN-PSOE, que este domingo obtuvo dos diputados en Navarra, y por detrás también de EH Bildu (1) y del PPN (1). No fue una noche dulce para Unión del Pueblo Navarro (UPN), a pesar de conseguir representación en el Congreso de los Diputados y en el Senado. El partido presidido por Javier Esparza prometía el viernes que iba a a “ser decisivo para el cambio de Gobierno”. Nada de esto ha sucedido. Su formación peleaba por dos diputados “claves”, y para ello había colocado de número dos en la lista al Congreso a Enrique Maya, exalcalde de Pamplona. La jugada no ha salido, y finalmente este domingo, en la batalla entre el PPN y UPN, el resultado deja unas tablas, un escaño para cada uno. La misma cosecha que tuvo UPN en 1979, donde sin embrago se quedó como tercera fuerza. 

Este 23-J deja una realidad dolorosa para un partido que hace menos de un par de meses fue la fuerza más votada, si bien sin capacidad de maniobra en Navarra para conformar Gobierno. A lo largo de la historia, salvo en ese 1979, UPN se había presentado en compañía de AP o PP. Aquel 1979, en una Navarra aún de blanco y negro, UPN, fuerza entonces recién nacida, se quedó tercera, por detrás de UCD (3 escaños), y del PSOE, con un escaño, 

 La mayor alegría vino este domingo para UPN en el Senado. Al revés de lo que sucedió en el Congreso, UPN consiguió movilizar voto del PP, y aunque el PSN se hizo con 3 senadores, en la fase final del escrutinio María Caballero, adelantó a Koldo Leoz, de EH Bildu. Incluso la número 2 de la lista al Senado de UPN Mercedes Añón, superó por poco a la númeor 1 del PPN en el Senado, Amelia Salanueva.

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Fotos de las votaciones en Navarra en las elecciones generales del 23-J DIARIO DE NOTICIAS

Cambios de sentido

La volatilidad de voto fue clara en dirección al PPN en el Congreso, que era el temor de UPN, y el efecto salomónico fue determinante. El PPN ganó por muy poco a UPN en esta Cámara y perdió en el Senado en favor de la representante de UPN, María Caballero. Vox, tercera fuerza que pugnaba por la esquina derecha en el Congreso, obtuvo cerca de 20.000 votos en esta Cámara, pero los escaños se los repartieron el PPN, y UPN, tercera y cuarta fuerza respectivamente, en una Navarra de mayoría progresista. 

Decía Alberto Catalán en la última semana de campaña que no había “motivos” para que el votante de UPN el 28-M no volviese a votarles el 23-J, anticipando su apoyo a Feijóo. El presidente del Partido Popular se las prometía felices, pero su revés ha sido sensible, por más que Feijóo se aferre a que el PP sea el primer partido en escaños. Con un nuevo Gobierno de Sánchez, y la aritmética resultante, la influencia que podría haber explotado UPN de haberse dado un vuelco político, se va por el desagüe, en un momento político importante. 

Comparado el rendimiento de Catalán como candidato de UPN y el de Sergio Sayas, del PPN, el saldo fue muy igualado. Si bien Sayas se beneficiaba del viento de cola de la dinámica de unas Generales. Muchos votantes que en mayo habían confiado en UPN, esta vez quisieron participar de un desalojo directo de Pedro Sánchez votando a Núñez Feijóo, por más que Catalán y Esparza habían prometido empujar en esa dirección. 

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Las reacciones de los partidos navarros a los resultados del 23-J DIARIO DE NOTICIAS

Noche desangelada

Así que la jornada tuvo mucho de jarro de agua fría para UPN, que fue la última en comparecer, esperando la confirmación del resultado definitivo de María Caballero. UPN estará presente en el Congreso con Alberto Catalán en solitario, pero en un tablero desfavorable. Con dos diputados en Navarra para el PSN-PSOE, que fue la fuerza más votada pendiente de la conformación e investidura del Gobierno de Navarra, y segunda posición para EH Bildu. Por número de votos, la foto es mucho más nítida: 92.798 papeletas para el PSN, 58.686 para EH Bildu, 56.483 para el PPN, mientras que UPN se quedó en 51.764 papeletas.

La jugada de ir por separado, sobre la que se han echado mutuamente las culpas PPN y UPN no ha ido bien a ninguno de los dos.

No ha habido carambola para UPN. Pedro Sánchez ha resistido. El PSN ha tenido un aval muy importante, y EH Bildu también se ha visto apuntalada. La reedición de un Gobierno de Navarra, presidido por María Chivite queda aún más despejada. La sociedad navarra, plural, refuerza la línea política desarrollada por el PSN y Ferraz, y ni en Navarra ni en el resto del Estado el resultado de los socialistas va a resquebrajar la apuesta por un nuevo Ejecutivo progresista de coalición. El adelanto electoral se le ha hecho indigesto a UPN. El sueño de una noche de verano, de un nuevo triunfo de UPN, y el deseo de una carambola, no ha pasado de ensoñación, por más que Esparza pueda esgrimir representación en ambas cámaras.

Las valoraciones de Esparza

Javier Esparza, van a defender la "voz de Navarra sin ataduras". De esta forma se ha pronunciado tras varias horas de espera, pendientes del lento escrutinio al Senado, que ha tenido en juego hasta el último momento el escaño que finalmente ha sido para la regionalista María Caballero.

En el hotel Iruña Park, donde habitualmente UPN realiza los seguimientos de los resultados electorales y con menos presencia de afiliados y simpatizantes que en otras ocasiones, el presidente del partido, junto con los cargos electos Alberto Catalán y María Caballero, ha dado las gracias a quienes les han apoyado durante la campaña y en estas elecciones.

En una campaña "muy difícil" porque ha estado "polarizada por los partidos y los medios de comunicación", en la que UPN ha concurrido en solitario, sin el PP, los regionalistas han valorado los resultados que han logrado ellos solos. "Nos hemos hecho mayores de edad", ha sostenido Esparza al respecto.

El recién elegido diputado Alberto Catalán ha asegurado que serán la voz en las Cortes de "la Navarra foral y española".

Por su parte, María Caballero se ha mostrado especialmente orgullosa por su escaño como senadora, puesto que ha conseguido ganar en esa pelea a EH Bildu.