Un durísimo revés

La primera parte del conjunto blanquillo fue muy mala. Los de Juanma Marrube, que al final del partido tuvo que escuchar cánticos pidiendo su marcha, no estuvieron bien ni en ataque ni en defensa. Noia aprovechó el desconcierto local para ponerse muy pronto por delante en el marcador. A partir de ahí los nervios se apoderaron de los jugadores locales, que no consiguieron entrar en el partido. Marrube no tuvo más remedio que pedir un tiempo muerto para corregir algunas cosas, pero el remedio fue peor que la enfermedad porque su equipo lejos de reaccionar se vino abajo y encajó dos goles más en el tramo final de la primera parte.

Si el panorama de la primera mitad fue malo, el de la segunda resultó mucho peor. Se vio un Tudelano Ribera Navarra completamente desdibujado, incapaz de reaccionar y darle la vuelta al partido. Adrián evitó el cuarto tanto del Noia en un par de ocasiones, pero este acabó llegando en un disparo de Douglas. El despropósito era de tal calibre que Hamza vio la roja directa al cortar una contra y el equipo blanquillo jugó dos minutos en inferioridad. Se salvó ahí de recibir el quinto tanto, pero sí lo encajó a nueve minutos del final cuando llevaba ya algunos minutos jugando con Claudino como portero-jugador buscando un imposible. Con el 0-5, la indignación llegó a la grada y por primera vez desde que el equipo milita en Primera División comenzaron a escucharse gritos contra la directiva y el entrenador. Tras un tiempo muerto, el equipo tudelano maquilló la derrota momentáneamente con dos tantos, pero Noia terminó rubricando su victoria con dos goles más.