El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha asegurado al presidente estadounidense, Joe Biden, que no tiene otra alternativa que lanzar una incursión terrestre en la Franja de Gaza.

"Tenemos que entrar. No podemos negociar ahora", ha afirmado Netanyahu, según tres fuentes israelíes y estadounidenses citadas por el portal de noticias Axios. "Tenemos que recuperar la disuasión", ha explicado.

Biden no ha intentado presionar a Netanyahu ni convencerle de que desista de una invasión terrestre en la Franja de Gaza, según las tres fuentes de Axios.

Además, Biden ha preguntado a Netanyahu sobre la posibilidad de la apertura de un segundo frente en la frontera entre Líbano e Israel tras las noticias de cruce de disparos entre las Fuerzas Armadas israelíes y las milicias de Hezbolá.

Netanyahu habría reconocido que la posibilidad de un frente en Líbano es algo a tener en cuenta y ha explicado que Israel se está ya preparando para esta posibilidad porque no tiene otra opción que responder con una fuerza enorme en Gaza.

Las fuentes han confirmado asimismo que Biden ha planteado en esa conversación telefónica con Netanyahu la cuestión de los prisioneros que tienen retenidos las milicias palestinas en la Franja de Gaza.

La cuestión de los más de 100 rehenes tomados por Hamás en su ataque del sábado pasado está dificultando el contraataque de Israel, que se intensificó este lunes con bombardeos incesantes sobre Gaza, ya que Hamás amenazó con ejecutar a rehenes en represalia por ataques indiscriminados contra la población civil.

"Cualquier ataque contra casas de inocentes en Gaza sin previo aviso resultará en la ejecución pública de un rehén", afirmó en un comunicado Abu Obeida, portavoz de las brigadas de Al Qasam, brazo armado de Hamás.

Reaccionó así a la intensificación de los bombardeos israelíes sobre Gaza durante la jornada de hoy, que destruyeron instalaciones militares de Hamás y la Yihad Islámica, pero también infraestructura civil y edificios residenciales.

Palestinos de la Franja denunciaron hoy que Israel dejó de emplear el método conocido como "golpes en tejado", por el que se lanzan dispositivos no explosivos a los tejados de las casas como preaviso de que se van a bombardear en unos minutos, para que la población pueda salir, a menudo con el tiempo justo.