pamplona - Florentino Jaime Sola -nacido en Olite y natural de la Txantrea- había dedicado gran parte de su vida a levantar el camping Urederra de Artaza. Él fue uno de los fundadores de este alojamiento, situado en el valle de Améscoa, que fue seleccionado el año pasado por la Federación Española de Campings -que aglutina a un total de 1.700 alojamientos en todo el Estado- como finalista en la categoría de Más original. Florentino empezó a construir este camping junto a su socio en 2002. Y lo hizo literalmente, pues lo levantó con sus propias manos tal y como él mismo relató en un reportaje publicado por DIARIO DE NOTICIAS el 14 de diciembre de 2019, bajo el título Un lugar cargado de energía: "Vinimos buscando un terreno para vivir y nos encontramos con este paraje ideal para construir un camping. Decidimos autoconstruirlo, lo hicimos todo nosotros. Nos costó alrededor de siete años", recordaba Florentino en aquella publicación.
Además, la construcción se llevó a cabo con respeto a la naturaleza que rodeaba al alojamiento y desde un punto de vista ecológico. "Quisimos que si algún día nos íbamos de aquí, no se notara que habíamos estado", señalaba el fallecido. De hecho, también apostaron por las energías renovables para conseguir los 10.000 vatios que las instalaciones necesitan: nutrir el bar-restaurante, las dos casas grandes para 14 personas cada una, los 7 bungalows, las cabañas y el resto de las 220 plazas que posee, incluidas las de acampada. Todo ello lo llevaron a cabo con energía solar y con la ayuda de un aerogenerador, en cuyo arreglo perdió la vida ayer. Así, el objetivo era ser un reclamo utilizando y respetando la naturaleza que rodea al camping. Gracias a ello, el alojamiento acoge reuniones de grupos grandes que realizan retiros de yoga, biodanza o de comida macrobiótica.
padre de tres hijos Florentino estaba dos veces divorciado y era padre de un hijo, de 35 años, de su primera relación y de dos hijas, de 12 y 17 años, que había tenido con su segunda mujer. Tras iniciar la construcción del camping, su implicación fue tal que lo que comenzó siendo un proyecto terminó convirtiéndose en su modo de vida, y acabó trasladándose a vivir a este paraje en Artaza.
Posteriormente, vendió su parte del camping a Joseba Ossa, que es el actual gerente y propietario junto a su mujer del camping Urederra. No obstante, no se desvinculó del alojamiento, sino que siguió viviendo allí y pasó a trabajar en él como encargado y como responsable del mantenimiento de las instalaciones. "Era una pieza clave en el camping, siempre estuvo muy implicado", apuntó el gerente, Joseba Ossa, que añadió que ayer en Artaza todo el mundo estaba "muy conmocionado" tras conocerse la noticia del fallecimiento de Florentino. "Estamos todos muy tocados, de duelo, era muy querido por todos".
De hecho, según indicó, el fallecido "era feliz" viviendo en el lugar que él mismo había levantado: "Estaba entusiasmado, vivía aquí. Para él era un lugar muy importante porque él mismo lo había construido". - U.Y.