Navarra Suma tiene decidido aprobar el próximo presupuesto del Ayuntamiento de Pamplona sin esperar a que la Junta Electoral Central dé el visto bueno a la sustitución del concejal de EH Bildu, Joxe Abaurrea, por Garbiñe Bueno Zabalza.
De nada ha servido la declaración conjunta presentada este martes en la Comisión de Presidencia por la mayoría municipal que conforman Bildu, PSN y Geroa Bai, solicitando al alcalde Maya que respete el veredicto de las urnas y que “no utilice la reciente dimisión de un concejal, para alterar la realidad institucional democrática expresada en las urnas”.
Navarra Suma ha votado en contra, con el argumento de que la ausencia de un concejal de la oposición no es problema suyo y que presentará el proyecto presupuestario para su votación en la fecha prevista, en el Pleno extraordinario del 30 de diciembre.
Y es que la dimisión de Abaurrea tras ser condenado por la trifulca con una ikurriña en el Chupinazo de 2019 ha cambiado la correlación de fuerzas en Iruña.
Navarra Suma y las tres formaciones progresistas cuentan en estos momentos con 13 representantes, un empate que se decantaría con el voto de calidad del alcalde.
Mientras el órgano electoral del Congreso no curse el trámite para el relevo de Abaurrea, Navarra Suma cuenta con esta mayoría ficticia, que se dispone a aprovechar sin ruborizarse demasiado.
Ya lo insinuó el alcalde Maya la víspera, cuando fue preguntado durante la presentación del proyecto presupuestario, y se ha confirmado en la sesión de hoy martes.
La presidenta de la Comisión de Presidencia, Ana Elizalde, que además ejerce de portavoz de la coalición UPN-PP-Cs, ha tenido que escuchar una retahíla de acusaciones tras anunciar que no van a esperar a que la Junta Electoral Central dé validez al nombramiento de la concejala número 27 de la corporación pamplonesa.
“Fraude legal”, “engaño”, “trampa”, “desprecio de la voluntad popular”, “falta de ética” y “vulneración de la democracia” han sido algunas de las acusaciones que los portavoces de los grupos progresistas han lanzado contra el equipo de Gobierno.
La primera en intervenir ha sido la socialista Maite Esporrín, que se ha mostrado indignada por lo que considera una “alteración de la realidad institucional y democrática de Pamplona”.
La concejala del PSN ha acusado a Navarra Suma de querer sacar beneficio de una mayoría absoluta que no le dieron los votos de los pamploneses.
Patxi Leuza, de Geroa Bai, ha planteado abiertamente la posibilidad de que el retraso en la presentación del Presupuesto “no haya sido casual” y que Navarra Suma haya esperado al desenlace del procedimiento contra Abaurrea- sabiendo que iba a dejar el cargo- para “tramitar el expediente antes de que se nombrara a su relevo”.
Hay algunos indicios que apuntan en esta dirección. El primero es la coincidencia en las fechas: el mismo día que se conoció la sentencia condenatoria contra Abaurrea, éste dimitió y Navarra Suma presentó el calendario para aprobar el presupuesto.
El segundo es el retraso injustificado en la presentación del proyecto presupuestario. La excusa de que era por el efecto de la supresión de la Carta de Capitalidad se cae por su propio peso, ya que Navarra Suma ha incluido la Carta de Capitalidad en su previsión de ingresos para 2022, lo que incita a pensar que había otra razón en la tardanza.
Por parte de EH Bildu ha intervenido Maider Beloki, que ha puesto en duda los valores democráticos de Navarra Suma. “Lo que hay detrás es una maniobra clara con el calendario para aprobar el presupuesto con el voto de calidad del alcalde aprovechando la ausencia de un representante electo”.
Ana Elizalde ha confirmado que Navarra Suma no “va a alterar el calendario” por la dimisión de Abaurrea, a quien ha culpado de alterar la aritmética municipal al ser condenado por agresión a raíz del altercado que se montó al intentar sacar una pequeña ikurriña por el balcón consistorial.
La dimisión, efectiva desde el jueves
Como se recordará, la dimisión de Abaurrea se hará efectiva en el Pleno de este jueves. A partir de este trámite, el Ayuntamiento tendrá que remitir a la Junta Electoral el acta de dimisión y el nombre de su sustituto y esperar a que se reciba de este organismo la conformidad para nombrar a la nueva representante de EH Bildu.
El nombramiento de Garbiñe Bueno Zabalza sería inmediato, aunque queda la incógnita de saber si el trámite desde la Junta Electoral Central llega antes del 30 de diciembre.