Testigos del pasado arriero del valle de Burunda, las cofradías de San Antón de Urdiain y Bakaiku sumaron el sábado un nuevo capítulo a sus más de tres siglos de historia. Y es que se volvieron a reunir para honrar a su patrón, una celebración que se traslada al fin de semana. Ayer coincidió con la ordenación de Mikel Garciandía como obispo de Palencia. Quien fuera capellán de San Miguel de Aralar y vicario de Mendialde estuvo arropado por numerosos vecinos y vecinas de Sakana, incluidos los sacerdotes de la zona, entre ellos Miguel Ángel Sagaseta, el párroco de Urdiain. Así no hubo misa en esta localidad. No obstante, hubo liturgia de la palabra, con lectura del Evangelio y oraciones por los cofrades fallecidos. Este último año han sido dos: Celestino Zubiria, durante muchos años secretario de la cofradía, y Miguel Ariztizabal. También se ha registrado un alta, Cristóbal Goikoetxea. En la actualidad son 42 cofrades.

Asimismo, se escenificó el relevo de cargos. Javier Ayestarán y José Ramón Irigoien, abanderado y tesorero respectivamente, pasaron el testigo a Fernando Goikoetxea y Benito Aldaz. Tras un almuerzo en la sociedad Tintinitturri, una veintena de cofrades se reunieron en una comida en la sociedad Aitziber. Por la tarde no faltó una merienda en la casa de los mayordomos. 

La cofradía de Urdiain se fundó en 1691, tal y como está documentado, aunque se cree que viene de antes. De hecho, hay una imagen suya en el primer piso del retablo, que realizó entre 1624 y 1630. Y es que el transporte de mercancías con mulas y machos fue una actividad que aportó riqueza en el valle, sobre todo de los siglos XVI y XIX. 

En Bakaiku también honran a San Antón

La cofrafía de Bakaiku también se volvió a reunir por San Antón, un encuentro que comenzó con una misa. N.M.

Si bien el párroco de Bakaiku, Javier Aldave, también estaba en Palencia, en esta localidad no faltó una misa, oficiada por Karol, un cura polaco que vive en Sakana. Tras la misa se realizó la asamblea anual, en la que se dio cuenta de las dos bajas registradas en el libro estrenado hace dos años, una vez se completó el anterior, de 1858. Además, se conserva otro más antiguo, de 1715. Este último año ha habido dos fallecimientos: Florentino Goikoetxea y Julio López de Zubiria y ningún alta. En la actualidad son 80 cofrades. “La gente se apunta por devoción o tradición pero cada vez cuesta más que entre gente nueva”, apunto Pedro José Zelaia, el nuevo velero, que ayer cogió el testigo a Xabier Goikoetxea de Ziordia, el nuevo mayordomo, en sustitución de Eduardo Urrestarazu. 

Pedro José Zelaia y Xabier Goikoetxea de Ziordia con el libro de actas. N.M.

El funeral de una vecina de Bakaiku, madre de un cofrade para más señas, obligó a adelantar la comida, que reunió a 37 comensales en la sociedad Bakarreko Etxea.