“El campo está en peores condiciones que antes de las obras. Eso está claro, estamos peor que antes. Da la impresión de que la obra no está bien terminada”. Así de contundentes se muestran los responsables del club Gigantes de Navarra Rugby, ante las serias deficiencias que han ido encontrando en el campo desde que el Ayuntamiento de Tudela dio por terminadas y recibidas las obras el pasado mes de diciembre. Calvas tapadas con arena, arquetas de riego dentro del terreno de juego, raíces de chopos cercanos que asoman peligrosas en medio del terreno de juego (incluso con brotes), diferencia de niveles en la tierra y numerosos agujeros dificultan incluso que puedan entrenar en el campo de rugby. Los trabajos debían haber terminado en octubre pero lo hicieron en diciembre cuando el Ayuntamiento los dio por terminados y recibidos.

Hasta tres concejales, de Juventud y Turismo, Deportes, Urbanismo, y el propio alcalde, fueron a las pistas el pasado 18 de diciembre para asegurar que, bajo el halstag, #seguimosmejorandoTudela#, los trabajos de la empresa Mondo Ibérica SAU, en las pistas y el campo de rugby de Nelson Mandela habían concluido, con un coste (como se puede ver en el cartel de la entrada) de 760.531 euros, de los que el Gobierno de Navarra había puesto más de la mitad, 400.000 euros.

Vista general de las nuevas instalaciones Fermín Pérez Nievas

En la presentación, tanto el Ayuntamiento como los responsables de la empresa señalaron que las nuevas instalaciones, una vez reformadas, permitirían que “se puedan disputar pruebas oficiales regionales al estar homologado tanto de atletismo como de rugby (lo máximo hasta sub18, aunque con un pequeño arreglo puntual también permitirá de categoría nacional e internacional)”. Sin embargo en las circunstancias actuales dificulta seriamente que se puede emplear para entrenar y será difícil que veteranos o junior puedan disputar encuentros por el estado en que se encuentra pero también por las dimensiones. Para estar homologado, el Consejo Superior de Deportes hablaba en 2016 de que debe tener unas dimensiones de 100x60 metros para equipos de entre 12 y 14 años de edad (con 5 metros de zona de marca y otros 5 metros en los laterales) y pensando en otras categorías deberían ser de 100x70 metros.

Las deficiencias

En lo que se refiere al terreno de juego la irregularidad actual hace casi imposible que pueda ser usado para jugar. De hecho, incluso los integrantes del Ruizca Ribera Atlético señalaron que antes usaban el césped para que los lesionados entrenaran sobre él ara trotar antes de volver a superficies más duras, pero ahora “es imposible, ya no lo usamos porque lo único que harían sería volverse a resentir de las lesiones o tener nuevas”. El terreno está lleno de agujeros, ya sea por madrigueras que hacen los numerosos conejos (se pueden ver heces por todo el campo), por las huellas que dejaron las máquinas en las obras, por el desnivel creado en las mismas o por las huellas que dejan los entrenamientos de los atletas que realizan lanzamiento de martillo. “Nosotros pedimos que para entrenamiento se pudiera la zona de lanzamiento en la explanada donde os vestuarios porque lo que hacemos es llenarles el campo de agujeros”, indicaron desde el club de atletismo. De hecho, en la recepción de las obras se dijo que “la zona central de hierba natural resultante tiene las dimensiones mínimas para disponer de un campo de rugby reglamentario. Asimismo, se ha creado una zona diferenciada para entrenamientos de lanzamiento/caída de martillo, peso, disco o jabalina, con el fin de que no se estropee el mencionado campo de rugby”, algo que no resulta cierto para cualquiera que visita el campo.

El lanzamiento de martillo supera con creces los 30 ó 40 metros, por lo que el campo de rugby está lleno de agujeros cerca del lugar del lanzamiento e incluso los palos de rugby presentan diversas abolladuras.

La arqueta de electricidad sigue dentro del campo y al lado del dispositivo de riego, como antes. Fermín Pérez Nievas

Dentro de las deficiencias también hay que destacar la existencia de gruesas raíces procedentes de los chopos cercanos. Tras la obra no se han eliminado estas raíces por lo que asoman por la banda izquierda, creando serios problemas y siendo un peligro real. Se suponía que haciendo obra se iba a levantar el césped, sacar las raíces y apisonar el terreno para dejarlo equilibrado, pero nada de eso se ha hecho tras invertir casi 800.000 euros. Da la sensación que nadie del Ayuntamiento ha revisado el terreno ni tampoco del Gobierno de Navarra, por lo que desde el club Gigantes tienen la sensación de que las obras no están bien concluidas.

Por último, al remodelar la disposición de los distintos elementos, se han movido los palos de Rugby, por lo que en uno de los extremos dos arquetas de riego con tapaderas de plástico con unas dimensiones de unos 35x25 pueden ser pisadas por cualquier jugador a la hora de hacer un ensayo, con suerte de que no se rompa la tapa porque entonces meterían el pie en un socavón donde está la válvula de riego a unos 20 centímetros de profundidad. Estas bocas de riego estaban antes fuera del terreno de juego, en la zona de marca, pero al mover los palos han quedado dentro del campo de juego.

Cartel de la reforma del Nelson Mandela a la entrada de las instalaciones Fermín Pérez Nievas

Desde Ruizca Ribera Atlético han señalado que a su entender las pistas de atletismo se encuentran en buenas condiciones y se está esperando a la homologación de la Federación Española de Atletismo que permita hacer una prueba del Campeonato de España de categorías inferiores después del verano que ya está preparando el Ayuntamiento. Sobre lo que si tuvieron quejas fue sobre la arena del foso del salto de longitud (estaba llena de piedras) y el del obstáculos que tuvo que ser cambiado y vuelto a hacer dentro del período de reclamaciones.

Por último a los dos clubes implicados ha llamado mucho la atención que no se haya retirado el armario de las instalaciones eléctricas situado justo en el césped junto a la zona de ensayo sobre una plataforma de cemento junto a la zona de riego y que es otro de los peligros de las recién estrenadas instalaciones.