Muchos municipios de la Comarca de Pamplona realizan desde hace una década campañas de control de velocidad con radar móvil mediante empresas privadas. Este miércoles circulaba en redes un tuit que apuntaba a la ilegalidad de esta práctica, asegurando que son multas recurribles porque tiene que estar presente un agente de la autoridad. 

Según distintas fuentes policiales consultadas por este periódico, esta práctica es perfectamente legal y habitual en más de 1.000 municipios del Estado. Sucede como con los radares estáticos, en los que no hay presencia policial pero sí hay denuncias, que debe ratificar después un instructor.

En el caso de estos radares móviles, un trabajador de la empresa con capacitación de operador de radar efectúa el control y posteriormente la sanción la ratifica un agente de Policía Local. La prueba es la fotografía, y el Centro Español de Metrología es el encargado de certificar que el cinemómetro funciona correctamente. 

En este tipo de campañas, cada Ayuntamiento decide en qué calles se van a efectuar los controles, qué días y a qué horas, además de establecer el margen de cortesía que considere oportuno a partir del cual sancionar a los vehículos.