A lo que se ve, los dos colegios que en Navarra siguen segregando por sexo –Miravalles-El Redín e Irabia-Izagaincumplen la LOMLOE en cuanto a no separar a chicos y chicas en Bachillerato, con lo cual, según asegura el Departamento de Educación del Gobierno de Navarra, sus conciertos económicos podrían ser extinguidos. En todo caso, aún queda un largo proceso administrativo y quién sabe si judicial para que esto sea así, siempre y cuando se demuestre que efectivamente siguen segregando por sexo. Por ahora, estos colegios integran a niños y niñas en la etapa de Infantil y los dos primeros años de Primaria, mientras que 3º, 4º, 5º y 6º de Primaria no lo hacen ya que como estos alumnos y alumnas iniciaron su educación en aulas segregadas se les permitió finalizar todo el ciclo así. No vaya a ser que les metan un niño o una niña en clase y se les olvide todo lo aprendido y sufran un trauma insuperable. En fin, aquí lo que se vuelve a demostrar es que la voluntad real de estos colegios nunca ha sido la de integrar, sino la de continuar con su esquema educativo y religioso, puesto que a nadie se nos escapa que amén de las supuestas ventajas educativas que dice tener el sistema –perderte al 50% de la población debe de ser una ventaja también– hay detrás un claro componente religioso y moral, algo que se fue tragando y tragando durante décadas y que cuando por fin se le empezó a poner el cascabel al gato ha ido dando pie a estas argucias y otras más para en la medida de lo posible salirse con la suya y por supuesto con el concierto. Uno de los argumentos que esgrimen los colegios es que padres y madres apostaron por este modelo y que ahora esto se vería cortado si les obligan. Es muy sencillo: colegio privado 100%, cero concierto y adelante con el modelo que eligieron esos padres y madres. Pero lo quieren todo. Año 2022. Niños separados de niñas. Es que es de alucinar.