Despedimos hoy el 2022. Y lo hacemos con ganas. Sobre todo con ganas de dar la vuelta al calendario y dejar atrás un año raro. Si por raro entendemos aquello que es inusual, este 2022 ha sido “raro, raro, raro” que diría Papuchi, el padre de Julio Iglesias. Y casi todas las rarezas han tenido unas consecuencias negativas. Exceptuando la feliz evolución de la covid, que nos ha permitido recuperar ya no solo la vida normal, sino también los Sanfermines y todo tipo de fiestas populares, el año ha sido rácano en proporcionarnos alegrías. Hemos padecido una sequía histórica, una ola de calor ¡en mayo!, un fin de semana de incendios que tuvo a la Comunidad en vilo y una inflación que nos ha dejado los bolsillos tiesos, amén de que la tensión energética se ha convertido en estructural con subidas desparramadas de los precios de la luz y el gas. Esto último agravado por la guerra en Ucrania, donde EEUU y Rusia mantienen vivo un conflicto del que no se atisba su final.

Al menos, la política estatal y foral nos ha deparado episodios entretenidos. Como las puñaladas que le asestó en público Ayuso a Casado, que se transformaron en ensañamiento a medida que el resto de barones del PP se sumaban a la causa previa a la entronización de Feijóo. O el momento estelar de la votación de la reforma laboral, que Sánchez salvó gracias a que el diputado pepero Casero equivocó su voto mientras Sayas y Adanero escondían celosamente los suyos sabiendo que iban a tumbar una de las iniciativas del Gobierno de mayor trascendencia de toda la legislatura.

Y por aquí hemos asistido a la ruptura a mala cara de Navarra Suma. Con desplantes de UPN a sus socios sin venir a cuento y la réplica del PP sacando pecho desde el convencimiento de que le puede aguantar el pulso al regionalismo, bajo la mirada de resignación de Ciudadanos, que ve cómo pierde el asidero al que estaba plácidamente enganchado en la Comunidad Foral.

Un año, en definitiva, pródigo en acontecimientos de calado, que da paso a otro con triple contienda electoral en el horizonte, que seguro que nos vuelve a regalar momentazos estelares. ¡Qué ustedes lo disfruten!