Navarra duplicará su potencia renovable en los próximos años con la creación de 34 nuevos parques eólicos y solares ubicados en su gran mayoría en la mitad sur de la comunidad. 1.324 megavatios (un millón de vatios) que harán que la Comunidad foral alcance la cifra de 2.747 (el equivalente al consumo de 2,5 millones de hogares), el mayor impulso en la historia de la descarbonización de las últimas décadas y avalada por el Real Decreto de 2020. Inversiones que vienen sustentadas en su mayoría por fuertes inversiones de grandes empresas y que, además de potenciar el desarrollo de energías renovables de la que Navarra será excedentaria y una comunidad puntera en producción, contribuirán a reactivar un sector industrial paralizado durante casi una década siendo a su vez un revulsivo para el empleo. Proyectos que contemplan en cada zona una línea de evacuación junto a grandes redes de transporte para su venta al mercado energético estatal y europeo. Por el camino se han quedado otros megaparques que no han pasado los serios controles urbanísticos, medioambientales, de preservación de suelos naturales o de interés agrario (tierras fértiles) para poder instalarse en nuestra Comunidad. El Gobierno foral analiza otros doce parques pendientes de autorizar lo que indica que la apuesta por la energía limpia es plena. Para hacernos una idea de la capacidad de cada uno de los aerogeneradores previstos disponen de una potencia media de cinco megavatios, diez veces más que los que se instalaron en la sierra del Perdón en 1993. También los equipos solares mejoran su efectividad del 13% al 20-22%. Energías renovables que llegan en un momento de transición en la movilidad y con el horizonte puesto en el 2030 para circular sin combustibles fósiles. Quedan sin embargo muchos retos pendiente como avanzar en el almacenamiento de la energía limpia y en la construcción de plantas de hidrógeno verde para cuando no tengamos ni sol ni viento. También habrá que esperar a que se ponga en marcha la Agencia Energética de Navarra para potenciar a mayor escala el autoconsumo en instalaciones públicas y para que los ayuntamientos puedan invertir en infraestructuras que les permitan abastecer a sus comunidades. El consumo eléctrico en Navarra procede ya en un 73% de las energías renovables pero del peso energético general (combustibles, consumo térmico, etcétera) la verde significa todavía un 20%.