Va a estar curiosa la pugna en las generales ya que por vez primera desde el paleozoico UPN y PPN no van a ir juntos, algo que puede llevar a que cinco partidos diferentes se hagan con los 5 diputados en liza en Navarra. En las últimas, las de 2019, el resultado fue 2 para Navarra Suma (UPN, PPN y Ciudadanos) y 1 para PSN, Bildu y Podemos-Izquierda Unida, respectivamente. En estas, nada nos dice que no puedan repartirse 1 cada uno entre UPN, PPN, PSN, Bildu y en menor medida aunque con posibilidades la plataforma Sumar, aunque tendría que remontar, al igual que una Geroa Bai que en las últimas generales no pasó del 7% y el 4% respectivamente. Pero dependiendo de qué candidatos-as presenten tanto Sumar como Geroa y en qué términos se desarrolle la campaña no es descabellado pensar que nada menos que seis formaciones distintas lleguen a contar con aspiraciones de hacerse con al menos 1 de los 5 diputados.

En Navarra, al menos en las forales y municipales, no se ha dado la fuerte subida de la derecha que se ha vivido en otras comunidades y ciudades. En las generales de 2019, Navarra Suma obtuvo el 29,88% de los sufragios, 6 puntos menos que lo que logró unos meses antes en las forales, mientras que el PSN pasó de un voto del 20,6% en las forales a un 25% en las generales. Bildu estuvo en el 17%, 3 puntos más que en las forales, y Podemos más IE en el 16%, el doble que en las forales. Ahora mismo, todo por tanto está por ver: si la derecha va a recibir más apoyo que en las forales, si va a haber voto de castigo a Pedro Sánchez, si Bildu va a mantener o subir –parece difícil que baje–, si Sumar va a lograr un efecto catalizador o no o si Geroa va a remontar el vuelo. Eso y la aparición de Vox, claro, que puede colarse en la fiesta quizá no tanto como para aspirar a un escaño pero sí para lijar votos a UPN y PPN. Ya fueron 20.000 en 2019 y a saber en julio.