¿Cómo puede ser que la madrileña Puerta de Sol sea un monumento al hormigón? ¿Cómo en 12.000 m2 no hay ni un solo árbol? ¿Cómo puede ser que el 74% de los colegios de Madrid, a los que acuden nuestros peques, el futuro de España, respiren durante todo el día un aire envenenado que supera los límites legales de NO2 y micropartículas que marca la Comisión Europea sin que se haga nada? ¿Cómo puede ser que el tráfico campe en sus cercanías?

La ciencia no duda: la contaminación mata lentamente. En España 30.000 personas mueren así cada año, 82 al día. ¡Ah!, y la contaminación acústica se cobra en España 1.000 muertes anuales.

No soy cochófobo, sólo aplico sentido común.

Si valora en algo su salud, recuerde que, para vivir y disfrutar, las ciudades deben dejar de ser hostiles.