Que en 2016 el valle de Egüés se hubiera convertido en el tercer municipio de Navarra en peso poblacional no fue una casualidad. Y tampoco fue algo meramente cuantitativo. Detrás de ese dato demográfico está el gran desarrollo urbano que ha vivido Sarriguren, claro, pero también la realidad de un valle emergente, joven, socialmente muy activo y con muchos elementos que lo convierten en una referencia desde los principios de la sostenibilidad urbana o una habitabilidad amable. En definitiva, un valle vivo.

La década transcurrida desde 2013 –por la iniciativa municipal, pero también gracias a nuestro tejido social, cultural o comercial– ha resultado clave para el dinamismo y el despegue que ha experimentado Eguesibar, y concretamente Sarriguren… salvo en los cuatro últimos años. En esta última legislatura –lo dice todo el mundo– nuestro Ayuntamiento ha caído en un letargo preocupante, sin ideas ni proyecto de futuro. Cuatro años perdidos que han pasado en balde. Pero tenemos ahora la ocasión de recuperar la ilusión y la iniciativa local de la mano de las fuerzas progresistas que se quieran sumar al proyecto de reactivación de nuestro valle que propone y aspira a liderar Geroa Bai.

La inacción del gobierno de la alcaldesa de la derecha –respaldada por el necesario apoyo del PSN, que fue quien la puso ahí hace cuatro años– ha supuesto no sólo una clamorosa parálisis en la iniciativa municipal; es que tampoco se han abordado los principales desafíos y problemas que aquejan a nuestro municipio, que ante la falta de respuesta no han hecho sino acrecentarse. Las situaciones por las que atraviesan el centro de atención a las familias, las instalaciones deportivas, la Policía Municipal, la desatención a los concejos o la falta de ideas alternativas para las personas jóvenes han marcado la tónica de la legislatura. Y Navarra Suma y PSN han caído en la conocida actitud de don Tancredo: quedarse quietos y dejar que los problemas pasen… o se agraven.

Obras inacabadas y dibujos huecos

Como muestra, dos botones: el proyecto arquitectónico del nuevo polideportivo se planificó y se comenzó a redactar en abril de 2016. Hoy, nada menos que siete años después, tras varios retrasos y con una fallida licitación por medio, las obras todavía no han concluido.

Y dos: la alcaldesa Amaya Larraya y el concejal del PSN presentaban hace apenas dos meses el nuevo centro juvenil… Eso sí: un centro totalmente virtual y sin ningún tipo de contenido porque consistía únicamente en presentar un dibujo en un papel de un proyecto realizado en la legislatura anterior y que ha estado cuatro años en un cajón. Un dibujo editado exprofeso para que ambos posaran ufanos en la foto. Pero la realidad es que no hay todavía ni programa, ni se ha tocado una sola piedra. Y eso que la rehabilitación del pueblo viejo de Sarriguren, iniciada en 2015, culminó con la recuperación de la ermita de Santa Engracia y su reconversión en la sala Errizar en 2018… Tenemos un histórico y simbólico entorno, llamado inicialmente a convertirse en un epicentro cultural, que sin embargo lleva nada menos que cinco años parado. Y así todo, oiga.

Alternativa de juventud, servicios sociales y cultura

Se cierra una etapa estéril –hasta UPN ha optado por amortizar a su propia alcaldesa– y hay, sin embargo, una alternativa. El valle de Egüés necesita retomar su dinamismo e ilusión por un proyecto que apueste, como prioridad, por ofrecer iniciativas imaginativas y autogestionadas para la juventud y los/las adolescentes: somos un municipio joven –un tercio de la población es menor de 20 años– con muchas posibilidades si somos capaces de dar respuesta a este reto. Un proyecto que recupere y fortalezca la red pública de servicios sociales y sociosanitarios de atención a las familias. Un proyecto que, más allá de un ciclo de charlas y cursillos, haga de la cultura y el ocio una herramienta activa para el valle, promoviendo dotaciones, pero con contenido y dinámicas participativas en su interior. Un proyecto, en definitiva, que recupere la música en nuestras calles, en sentido figurado y literal. Los hechos evidencian que el PSN, en contra de la estrategia que siguió para conformar el Gobierno de Navarra, se equivocó hace cuatro años en el valle de Egüés al apostar por la alcaldesa de Navarra Suma y dando la espalda al bloque progresista. Geroa Bai, sin embargo, ha dejado clara siempre su voluntad y compromiso por volver a liderar y articular una mayoría progresista que articule un nuevo proyecto, que recupere el pulso del cambio y la ilusión en nuestro municipio.

Los hombres y mujeres de Geroa Bai tenemos clara la alternativa. Ya lideramos un Ayuntamiento con seis años de cambio y transformación y queremos renovar ahora un proyecto de reactivación que responda a los nuevos desafíos que tiene planteados Eguesibar desde un impulso progresista y plural.

*El autor es candidato de Geroa Bai a la Alcaldía del Valle de Egüés/Eguesibar